Empecemos con su definición:
«Un smart contract es un contrato programado, cuyos acuerdos se establecen en un código de ordenador en la cadena de bloques. El contrato se ejecuta automáticamente sin la necesidad de un intermediario. Estos contratos siempre pueden verse, pero aún no se puede ajustar”.
Es decir, que un smart contract está lejos de ser un contrato en un papel firmado por las diferentes partes. Es completamente digital, un código de ordenador programado en blockchain por un programador y el cual contiene toda la información del mismo: las personas entre las que es válido, cuando se ejecutará, cuando se han registrado los acuerdos, etc. El contrato es automático y no puede ser modificado todavía.
Un ejemplo
Los smart contracts tienen un sin fin de utilidades, una apuesta es un buen ejemplo para entender mejor su funcionamiento práctico.
Imaginemos dos amigos, José y Juan que son de dos equipos de futbol diferente, Futbol Club Barcelona y Real Madrid respectivamente. Va a disputarse un gran partido y tienen opiniones opuestas sobre el resultado. José cree que el FCB ganará el partido mientras que Juan está convencido de que será el R. Madrid.
Deciden apostar cada uno 20 euros a que su equipo será el vencedor. Es decir, que en caso de que el equipo por el que han apostado pierda deberán pagarle 20 euros al otro. Una vez que se tiene el resultado, si el perdedor tiene palabra le entregará los 20 euros a su amigo. Pero, ¿quién confirma que va a mantener su palabra? ¿Cómo podemos tener certeza de que va a pagarle? No se puede, si la persona opina que el resultado a sido injusto por ejemplo, puede optar por no pagar y pocas cosas pueden hacerse.
¿Cómo sería si hicieran uso de un smart contract?
Si José y Juan deciden registrar la apuesta en un smart contract, este se pone en marcha sobre la base de los registros de los resultados oficiales. Ambos pagarían 20 euros en criptomonedas en el contrato y se establecería de manera que José recibiese 40 euros si el Real Madrid perdiese y Juan recibiese 40 euros en caso de que el Futbol Club Barcelona perdiese. En caso de empate, cada uno recibiría automáticamente la cantidad abonada, 20 euros.
Este smart contract puede verse por cualquiera en la blockchain para que todos los usuarios de blockchain lo comprueben automáticamente, por lo que, no se puede modificar. Aunque alguno de ellos opine que la penalización ha sido injusta, no hay manera de modificar lo que se pactó. Cuando se publica el resultado oficial, el smart contracts es efectivo automáticamente y el vencedor recibe su recompensa.
Esto demuestra que las plataformas intermedias no son más necesarias. Todas estas apuestas con «la casa» se pueden hacer directamente entre ellas en la cadena de bloques. También es válido para los casinos. Todo el dinero (comisión) que normalmente iba a “la casa” ahora permanece con los usuarios.
Las ventajas de los smart contract
Confianza: el smart contract está en la blockchain, una red compartida. Es controlado automáticamente por todos los dispositivos conectados a ella. Estos dispositivos tienen una copia de la cadena de bloques. Esto significa que nadie puede modificarlo.
Autonomía: es usted mismo quien acepta el contrato. No se requiere confianza en un banco, abogado u otro intermediario. Por lo que, nadie puede manipularlo a su beneficio. Además, que la otra persona pueda desistir no es algo por lo que preocuparse. La red administra el smart contract y se ejecuta automáticamente.
Seguridad: un smart contract está protegido por la mejor criptografía que el mundo tiene actualmente. Es casi imposible hackearlo.
Velocidad: los smart contract están completamente automatizados. Algunas operaciones normalmente requieren mucho papeleo, un smart contract lo agiliza ejecutándolo en unos pocos segundos. Ahorra mucho tiempo y trabajo. Además, el código continúa en desarrollo, sin embargo, su velocidad solo aumentará en algunos años.
Copia de seguridad: el smart contract no puede perderse. Cada dispositivo conectado a la blockchain tiene una copia.
Ahorro: los smart contract son mucho más baratos que los contratos tradicionales. Sin caros intermediaros con salarios altísimos. Los notarios, abogados que redactarían o se asegurarían de que se cumpliera un contrato común son imprescindibles.
Precisión: los smart contracts se ejecutan por máquinas. El error humano se elimina.
Industrias que pueden verse sumergidas en los smart contracts
Blockchain tiene el potencial de hacer con los bancos lo mismo que Internet ha hecho con las oficinas de correo y las bibliotecas. En el ejemplo hemos visto lo que puede hacer con la industria del juego. Muchas otras también van a sentir su impacto. Veamos algunos ejemplos.
Control de alimentos
Cada día la población está más consciente de la importancia de la alimentación en nuestras vidas, cómo influye en el planeta, el medio ambiente y los más débiles. Es por ello que muchas empresas están tomando medidas al respecto, buscando el comercio justo y alimentos orgánicos. Pero, ¿cómo podemos verificar si lo que dicen servirnos es realmente lo que nos sirven?
De momento hay que confiar en su palabra. Pero gracias a la tecnología de blockchain y a los smart contracts todo esto puede registrarse de forma automática y completamente transparente.
Los smart contracts aseguran que la ruta que toman los alimentos se mantenga completamente transparente y no se pueda cambiar. Puede ver exactamente qué granjeros, en qué fábricas y en qué camiones han estado sus productos.
Un pollo que proviene de una fábrica de gallinas ponedoras está registrado y, por lo tanto, ya no se puede vender como pollo orgánico.
Los agricultores pueden indicar honestamente por cuántos euros han vendido su cacao a X empresa y así es posible ver exactamente qué marca de chocolate le da más a los productores de cacao sin que puedan manipularlo.
Industria téxtil
Con tantas réplicas de productos originales tanto en ropa como en accesorios sería realmente estupendo poder tener certeza de que los productos que adquirimos son 100% originales. Y muchas veces echarle u vistazo no es suficiente.
Con la ayuda de blockchain y smart contracts, todos pueden ver esto en un instante con un simple escaneo del código de barras si se trata o no de un original.
Los smart contracts en combinación con RFID garantizan que pueda ver exactamente de dónde viene el producto y si es un producto real o no una falsificación barata.
Por ejemplo saber si tal prenda es realmente de cierto material.
Y del mismo modo que ocurre en la industria textil, podríamos comprobar procedencia, material, etc. de otros productos.
Música y entradas
Los músicos y otros artistas viven el gran problema que les supone que su trabajo sea fácilmente desagradable en cualquier lugar de forma gratuita. Que seamos nosotros quienes les damos la fama a estos artistas no hace que sea justo “robarles” su música. Las plataformas como Spotify e iTunes ya los están compensando mucho, pero estas plataformas intermedias ganan millones por encima de ellos. Como comentamos en un artículo anterior Blockchain puede cambiar la relación artista/fan en el mundo de la música.
Un artista puede poner su canción en la cadena de bloques y especificar en el smart contract que los usuarios pueden escucharla realizando un micropago (por ejemplo, 0,1 centimo). Esto significa que no se requiere intermediarios para contar con esto.
Otra manera de beneficiarse con esta tecnología sería poner las entradas para conciertos o espectáculos en la blockchain. De esta forma no habría intermediarios vendiendo las entradas a un valor superior del que realmente el artista estipula.
Estos han sido apenas unos ejemplos de la infinidad de posibilidades que están disponibles para ser usadas con smart contracts. Hay muchas soluciones que aún no podemos imaginar. Con la aparición de internet sucedió lo mismo, nadie sabía ni podía predecir que llegaríamos al Internet of things (IOT).
Algunos otros ejemplos donde aplicar los smart contracts: el mercado de la vivienda, el mercado de seguros, el mercado de valores, la industria del automóvil, entre otros.
Plataformas para smart contract
Ya son varias las cadenas de bloques en las que se pueden realizar smart contract fácilmente. La más popular para ello es Ethereum. Con el lenguaje de programación Solidity los programadores pueden programar fácilmente un smart contract en esta blockchain.
Las aplicaciones descentralizadas (dApps) se benefician de las ventajas de la cadena de bloques de Ethereum, sin embargo, aún veremos las desventajas.
Otra blockchain bastante conocida y que su uso para las ICO está en aumento es NEO. Otros ejemplos de cadena de bloques compatible con los smart contract son Qtum, Waves, Omni e incluso Bitcoin (utilizando una nueva tecnología llamada Rootstock).
Desventajas de los smart contract
Aunque muchos solo los aspectos positivos de las nuevas tecnologías revolucionarias, hay que prestar atención a ambos lados. Veamos la de los smart contract:
No se puede modificar: aunque primeramente lo hayamos enfocado como un aspecto muy positivo, quizás la mayor ventaja sea una desventaja. Imagine que ha firmado un contrato de arrendamiento y de repente desea cambiarlo. No le resultará nada sencillo.
El código debe tenerlo todo en cuenta: en un contrato tradicional, siempre se incluyen “sis y peros”. Los smart contract han de ser procesados en lenguaje de programación que no entiende de estas cláusulas. Y, además, es todavía muy sensible al error humano.
El tercero no desaparece completamente: a pesar de que el tercero no es necesario, de momento, no desaparece. Su papel continúa siendo necesario mientras necesitemos programadores. Su demanda aumentará a medida que lo haga el uso de los smart contracts. Lo que puede aumentar con ello es el precio que estos cobren por la programación puesto que su demanda ya es muy elevada.
Otras desventajas de los smart contracts son que, si se comete un error en el código, por lo que se ejecuta algo muy diferente de lo acordado, ¿qué sucede? ¿Cómo determinar que fue un error? ¿Quién es responsable de los costes que esto conlleva? ¿Y cómo se detiene un smart contract incorrecto?
Su futuro
Puede tener un gran impacto en nuestra sociedad y en Internet. Casi todas las industrias pueden verse en el punto de mira de esta nueva y revolucionaria tecnología.
Pero lo que puede parecer muy brillante por garantizar que los intermediarios ya no sean necesarios ahorrando una gran cantidad de costes y trabajo, puede poner en peligro el trabajo de muchas personas. Sin embargo, ahora el tema se centra en como lidiar legalmente con ellos.
Hay que ver aún como evolucionarán los smart contracts, si serán totalmente aceptados y si sus desventajas disminuirán hasta desaparecer.