El regulador financiero de las Bahamas ordenó a FTX que transfiriese todos sus fondos y activos a billeteras controladas por el gobierno. Esta medida se realizó con en objetivo de proteger a los clientes afectados por la quiebra de la plataforma.
El pasado jueves, la Comisión de Valores de Las Bahamas lanzó un comunicado en el que anunciaban que habían emitido una orden oficial para que la administración de FTX transfiriese todos los fondos bajo su poder a manos de la comisión. Con «todos los fondos», el regulador se refirió a las tenencias de activos criptográficos con los que aún contase la casa de intercambio. Estos activos pasarían a una billetera controlada por el propio gobierno de las Bahamas.
La orden fue revelada el jueves, pero FTX fue informado el pasado lunes, se desconoce el motivo de por qué la comisión ocultó la ordenanza durante ese plazo. La comisión realizó esta ordenanza bajo su propia autoridad, que le permiten tomar medidas que protejan a los clientes o sus fondos. En el comunicado se puede leer:
«Era necesaria una acción regulatoria interina urgente para proteger los intereses de los clientes y acreedores de FDM».
El pasado 11 de noviembre, FTX se declaró en bancarrota, después de descubrirse una falta de liquidez masiva en sus cuentas. Esta falta de liquidez llevó al exchange a acumular un déficit de más de 9.000 millones de dólares, algo insostenible y que plataformas del nivel de Binance tampoco se vieron capaces de asumir.
Uno de los motivos del tardío anuncio del regulador es un posible conflicto entre los Estados Unidos y las Bahamas, donde FTX tenía su sede. Sam Bankman-Fried, en su momento CEO de FTX, dijo: «La Comisión no entiende que FDM sea parte de los procedimientos de bancarrota del Capítulo 11».
FTX Digital Markets (FDM) se declaró en bancarrota días después de que la gran mayoría del grupo FTX lo hiciese el 11 de noviembre. FDM se acogió al Capítulo 15 de la regulación de los Estados Unidos el pasado día 15, cuando el resto del grupo lo hizo el día 11 a través del Capítulo 11. Por otro lado, FDM declaró su bancarrota en el Distrito Sur de Nueva York, en lugar de Delaware, donde lo hizo el resto de FTX.
Los propios abogados de FTX reconocieron que la quiebra de la compañía se ha dado en circunstancias anormales.
«La presentación del Capítulo 15 sin previo aviso y en el SDNY es un intento descarado de evitar la supervisión de este Tribunal y de mantener a FTX DM aislada de la administración del resto de los Deudores, que constituyen la gran mayoría del resto del grupo FTX. En circunstancias normales, eso sería inapropiado y motivo de transferencia a este Tribunal. Pero estas no son circunstancias normales».
FTX también realizó una serie de operaciones no autorizadas después de que se ordenase a la plataforma detener su actividad. Estos movimientos drenaron una parte de los fondos que todavía quedaban en FTX. La administración alegó que se trataban de operaciones excepcionales que habían sido aprobadas por el regulador de las Bahamas. Este último afirmó que no había accedido a que la plataforma reactivase las operaciones en ningún momento y estaban investigando lo sucedido.
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