Poco después de prohibir por completo las criptomonedas como una opción de pago legítima, Turquía extiende su regulación AML para cubrir las casas de intercambio. Una decisión que se ha llevado a cabo de forma inmediata debido a la situación del país con los activos digitales.
Los reguladores y el gobierno de Turquí comenzaron el mes pasado una campaña para regular, de forma muy estricta, el uso de los activos digitales en el país. La primera medida, que ya ha entrado en vigor, fue la prohibición de la criptomoneda como medio de pago legítimo en el país.
Tras la prohibición de los activos, se anunciaron nuevas medidas tanto para casas de intercambio como para los propios activos. Estas medidas, supuestamente, llegarán en el plazo de una a dos semanas y le darán un estatus legal a los activos digitales.
Aparentemente, la primera norma de esta nueva regulación afectará a las casas de intercambio, que todavía sigan operando en el país. El pasado 1 de mayo, se publicó un Boletín Oficial del estado de Turquía en el que se añadía a los «proveedores de servicios de criptoactivos» dentro de las compañías afectadas por la ley en contra del lavado de dinero y la financiación del terrorismo. Esto quiere decir que los exchanges deberán llevar un registro mucho más cauteloso de sus operaciones así como dar cuentas al estado de forma rutinaria.
Esta nueva medida entró en vigor de forma inmediata debido al «riesgo significativo» que los exchanges suponen para los reguladores. Esta medida podría haberse tomado para tratar de frenar el colapso y bloqueo de los intercambio a nivel nacional.
La pasada semana, las casas de intercambio Thodex y Vebitcoin pararon abruptamente sus operaciones dejados cientos de millones de dólares bloqueados para los usuarios. El CEO de Thodex, Faruk Fatih Ozer confirmó, él mismo, su huida del país anunciando una vuelta cuando pueda hacerse cargo de sus deudas. A día de hoy 83 supuestos implicados en el caso de Thodex ya han sido detenido por las autoridades de Turquía.
La caza de brujas que ha surgido en el país en contra de los activos digitales se debe a la devaluación del valor de la moneda nacional, la lira turca. Debido a la caída del valor de la moneda, las criptomonedas se postularon como un refugio de valor o alternativo de pago a la propia moneda que agravaba la situación de la moneda dentro y fuera del país.
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