El día de ayer se conoció el fallo del tribunal de los Estados Unidos a favor de la SEC en su caso contra Telegram. Con esta decisión Telegram no podrá lanzar su cadena TON ni su token GRAM. Pero, eso no quiere decir que otras entidades o personas no puedan lanzar la cadena, eso ha dicho TON Community Foundation.
Se está sopesando la idea de lanzar la cadena de TON sin el respaldo de Telegram por parte de la TON Comunity Foundation. Estos son un grupo de casi 30 personas de desarrolladores e inversores de software y blockchain.
La idea poner en funcionamiento la red TON no es nada descabellada. TON Comunity Foundation se ha basado en que el estado puede evitar que una entidad o individuo realice una acción, en este caso ejecutar el código, pero al ser de dominio público, otras entidades o colectivos pueden ejecutar este código.
Fedor Skuratov, fundador de la TON Comunity Foundation, declaró que todo el código necesario para ejecutar la red es de uso libre, gratuito y ya ha sido publicado por Telegram con anterioridad. Por esto, lo único necesario seria generar ese primer bloque de transacciones y contar con al menos 13 validadores para aprobar dichas operaciones.
Skuratov declaró que realmente no era necesario ninguna medida adicional por parte de la comunidad. Llegar a un acuerdo y tener el beneplácito de los inversores, es necesario para ser reconocido como la red TON.
El peso de los inversores
El código de TON es público, se podría lanzar una versión de la cadena que se reconociese como legítima por parte de la TON Community Foundation. TON Labs, una entidad que dio soporte a Telegram en realizar pruebas de testeo a su versión experimental de TON, han lanzado su propia cadena de pruebas en paralelo a la de Telegram.
Uno de los principales problemas sería reconocer la red como legítima, dejando de lado a Telegram, seria el consenso de los inversores. En el momento de poner en funcionamiento la red habría que emitir un parte de los tokens para así poder validar las transacciones. Estos tokens se repartirían a los inversores, para ellos primero tendrían que reconocer la red como tal.
Un inversor de la red TON, que se mantiene anónimo, ha confirmado que tras la sentencia del tribunal el 50% de los inversores quien que se les devuelva su dinero y la otra parte quiere que se emita el token de alguna forma.
La fecha límite para emitir los tokens en el 30 de abril, casi imposible que Telegram resuelva su situación antes de ese día. Un nuevo retraso es también improbable, ya que ya ha habido retrasos anteriormente.
En caso de que Telegram tenga que devolver el capital aportado, 1,7 mil millones de dólares, se quedaría con fondos insuficientes. Por esto mismo el CEO de Telegram Pavel Durov ha declarado que hará todo lo posible para conservar el dinero.
Las opciones que Yakov Barinsky, CEO de HASH CIB, so: el retraso de la emisión del token o el lanzamiento de la cadena a pesar de la decisión judicial.