Uno de los factores que muchos han defendido a la hora de atacar Bitcoin es que los traficantes y blanqueadores de dinero las utilizan para sus fines y, por lo tanto, no pueden aportar nada bueno. Sin embargo, el tiempo pasa y las cosas cambian. Si es verdad que hace algunos años el número de personas que invertía en criptomonedas era muy inferior al actual, tal vez, el porcentaje de estás que realmente lo usaba con fines no legales fuera mayor.
Bitcoin y otras criptomonedas han demostrado su utilidad y los beneficios que presentan frente a muchos otros métodos de pago. Poco a poco la gente se ha ido dando cuenta de que tiene mucho que aportarnos y se han aventurado a experimentar. Y aunque las criptomonedas no pasen por su mejor momento, la gente sigue apostando en ellas, las instituciones las adoptan junto a su tecnología y los gobiernos estudian cómo regularizarlas.
Los entusiastas de criptomonedas llevan tiempo intentando defender la postura de que es injusto acusar a Bitcoin de ser un refugio para actividades criminales. Y ahora cuentan con datos para corroborarlo.
Durante una entrevista de la Agencia Antidrogas de los EEUU (DEA) con Bloomberg, la agente especial de la Dea, Lilita Infante, dijo que del total de las transacciones realizadas en la blockchain de Bitcoin aproximadamente el 10 % de las transacciones representa la actividad criminal. También comparó los datos actuales con los datos de 2013 donde este porcentaje era del 90%. El gobierno de los EEUU aún no había derribado el oscuro mercado web Silk Road.
Infante remarcó que estos datos no significan que los criminales que utilizan BTC haya disminuido. El número de criminales que utiliza Bitcoin ha «crecido enormemente«, sin embargo, el porcentaje de estos sobre el total se ha reducido en aproximadamente un 80% debido a la gran adopción de las criptomonedas. Según comentó, la especulación ha reemplazado la actividad ilícita.
«El volumen ha crecido enormemente, la cantidad de transacciones y el valor en dólares ha crecido enormemente a lo largo de los años en actividad criminal, pero la relación ha disminuido», dijo Infante a la publicación. «La mayoría de las transacciones se utilizan para la especulación de precios».
Durante la entrevista Infante comentó también que, por mucho que las transacciones de criptomonedas no sean censurables, los organismos encargados de hacer cumplir la ley pueden, gracias a la blockchain de Bitcoin, rastrear la actividad ilícita para dar con los delincuentes.
«Blockchain en realidad nos da muchas herramientas para poder identificar a las personas«, dijo. «De hecho, quiero que sigan usándolos».
Infante también habló sobre las posibles alternativas a bitcoin. Algunas criptomonedas atractivas son las que se centran en la privacidad como monero y zcash. Sin embargo agregó que estas son demasiado pequeñas e ilíquidas como para ser un instrumento de pago viable para empresas delictivas.
También dijo que los agentes de la DEA «todavía tienen formas de rastrear« estas transacciones, aunque no entró en detalles sobre esos métodos.
