Ya han pasado diez años, que se dice rápido, desde que Bitcoin fue dado la humanidad por el todavía anónimo Satoshi Nakamoto. A partir de allí se fue creando lo que ahora se conoce como el ecosistema cripto, todo un universo de monedas digitales (criptomonedas) inspiradas en la primera, que han puesto de cabeza a gobiernos, bancos e inversores.
Lo que Nakamoto tenía en mente era proveer un sistema de pago de igual a igual, sin intermediarios, mediante una moneda electrónica de emisión limitada, no inflacionaria, imposible de falsificar y cuyo control no estuviera en manos de gobierno o banco central alguno. En conjunto, este nuevo tipo de activos digitales se conocen como criptomonedas, y están en camino de estructurar una nueva economía sobre la faz de la Tierra.
El cómo, cuándo, dónde y por qué de las criptomonedas
El whitepaper de Bitcoin se publicó en octubre de 2008, y el bloque originario produjo las primeras 50 monedas de BTC el 3 de enero de 2009. La primera transacción experimental tuvo lugar ese mismo mes, cuando Nakamoto envió 10 monedas al desarrollador de software Hal Finney. Los bitcoins, y otras monedas virtuales (aunque no todas), son producidos mediante un mecanismo llamado “minería”, y a la tecnología en la que están basadas las redes de criptomonedas se la conoce como blockchain, o tecnología de cadenas de bloques, pues se trata de una gigantesca base de datos en donde las transacciones son agrupadas en estructuras que llevan ese nombre.
A su vez, los bloques van unidos entre sí gracias a funciones matemáticas de encriptamiento, de donde se deriva principalmente la seguridad que protege los datos de transacciones almacenados en la cadena. Es por dichas funciones de encriptamiento que a Bitcoin y las demás monedas virtuales se les llama “criptomonedas”.
A la miríada de monedas que se crearon después de Bitcoin se las llama “monedas alternativas”, o altcoins, y existe una distinción primordial entre ellas, en cuanto al propósito para el que fueron diseñadas. Es aceptado que las criptomonedas como tal persiguen servir como medio de pago para la adquisición de bienes y servicios, mientras que los “tokens”, que también pertenecen al ecosistema, cumplen generalmente una función utilitaria dentro de la red que los creó.
Es curioso que, independientemente de esta primera clasificación, el caso de uso mayormente difundido para la naciente clase de activos sea la especulación comercial. Tal como sucede con las acciones y otros instrumentos financieros en las bolsas de valores, las monedas digitales cambian de manos en plataformas diseñadas para ello, donde se mueven cantidades significativas de dinero todos los días.
También han surgido compañías que buscan llevar las inversiones de monedas digitales al sector institucional, donde se puede poner dinero en ellas bajo la forma de contratos de futuro y fondos negociables (ETF). La que ha acaparado la atención de los medios últimamente es Bakkt, por ser una iniciativa promovida por los mismos propietarios de la Bolsa de Nueva York (NYSE), y que está pronta a ser operativa, ofreciendo como producto central contratos de futuro basados en Bitcoin. Bakkt acaba de anunciar que las pruebas con estos instrumentos de inversión comenzarán el venidero 22 de julio.
Una fauna sólo de osos y toros
A la misma usanza que Wall Street, las criptomonedas cuentan con una legión de inversores minoristas que hacen vida en los intercambios. Los que juegan siempre a que sus monedas digitales favoritas vayan hacia arriba son los “toros”, siempre pujantes y optimistas. Por otro lado, están los “osos”, los que pronostican constantemente que los precios van a caer y que todo se va a ir al infierno.
Pero suban o bajen las criptomonedas de precio, tanto osos como toros sacan provecho de los vaivenes del mercado y, entre ellos, se llevan de lo mejor. Cuando veas por allí que hay un “bull run”, o una carrera de toros, quiere decir que los precios se van de subida.
Si, por el contrario, oyes hablar de un “bear market”, o mercado de osos, los precios van en bajada. En el mundo financiero se considera que existe un mercado de osos cuando un valor o bien negociable (por ejemplo, una acción) experimenta una pérdida del 20% o más durante, por lo menos, dos meses consecutivos.
Enteramente digital, electrónico, ceros y unos
Para la gran mayoría de las personas, exceptuando a los millennials, debe ser muy difícil interactuar con una entidad completamente digital como las criptomonedas. De allí que los especialistas en medios hayan diseñado imágenes representativas de gran parte de las monedas digitales existentes, cuando no lo ha hecho la propia compañía de blockchain que emite el activo.
No existe tal cosa como una criptomoneda acuñada en físico, o un billete (aunque hay algo parecido). Su existencia está confinada al ámbito binario, es decir, el de los sistemas de redes computacionales.
Si criptomonedas quieres usar, una billetera haz de encontrar
Aunque nadie pueda verlas, ni tocarlas, las monedas virtuales son consideradas activos, dinero, tanto como lo es el dólar norteamericano, el euro o la libra esterlina, y deben poder ser almacenadas de una forma segura. Para ello se crearon las billeteras de criptomonedas, que se ofrecen en primer lugar como versiones de escritorio, esto es, para computadores personales, también como apps móviles y bajo la forma de dispositivos fuera de línea, llamadas billeteras de hardware, las cuales, hasta ahora, proveen la mayor seguridad a los usuarios. Ledger y Trezor son fabricante bien conocidos de billeteras para “almacenamiento en frío”, y suelen costar lo suyo.
Otra forma mucho más económica, pero menos glamorosa de almacenar tus criptos, es utilizando una billetera de papel. No, no estamos hablando de una construcción de origami, sino de un método en el cual se genera una impresión de la clave de encriptamiento que permite al usuario acceder a sus monedas.
El producto final es una especie de billete, o recibo, que debe ser guardado bajo llave y protegido de elementos como el calor o el agua. Si pierde el billete, se le quema o deteriora por efecto de la humedad, puede decir adiós a sus cripto ahorros.
Atención: hay una nueva moneda en el vecindario
Bien, ahora que tienes una noción más clara respecto al mundo de las criptomonedas (el ecosistema…), y antes de presentar a las principales altcoins que hacen el juego con Bitcoin, hay otra cosa que debes saber. Monedas alternativas hay miles, pero (y éste es un gran “pero”) acaba de salir a la luz el proyecto más ambicioso hasta la fecha que tenga que ver con una moneda digital. Se llamará Libra, y es una iniciativa motorizada por nada menos que Mark Zuckerberg y la inmortal de las redes sociales, Facebook.
Entérate de los detalles leyendo el siguiente enlace:
Y ahora sí, vamos con algunas de las altcoins más nombradas en el universo cripto, para convencernos realmente de que hay vida más allá del planeta Bitcoin.
1. Litecoin (LTC)
Lanzada en el 2011, Litecoin fue una de las primeras en seguir los pasos de Bitcoin. Con respecto a esta criptomoneda solía decirse “si Bitcoin es oro, Litecoin es plata”. La moneda es invención de Charlie Lee, un graduado del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), que también se desempeñó como ingeniero en Google por un tiempo. Litecoin fue diseñada como parte de una red global de pagos, de código abierto, sin gobierno central. Como parte de su prueba de trabajo, Litecoin emplea la función “scrypt”, lo que facilita que la moneda pueda ser producida (minada/extraída) usando cualquier equipo computacional promedio.
Litecoin se parece en muchos aspectos a Bitcoin, pero lo aventaja básicamente en sus tiempos más cortos de creación de bloques, dando como resultado la confirmación más rápida de transacciones. Al día de hoy, existe una cantidad considerable de establecimientos que admiten Litecoin como medio de pago. La capitalización de mercado de esta altcoin es de US$ 8.422.188.475 y cada unidad cuesta US$ 135,17.
2. Ethereum (ETH)
Ethereum es la red de criptomonedas pionera en la creación y uso de los contratos inteligentes y las DApps, o aplicaciones distribuidas. Los contratos inteligentes son acuerdos en formato de software que se ejecutan automáticamente cuando detectan que ciertas condiciones se han cumplido. Tanto las aplicaciones distribuidas como los contratos inteligentes en Ethereum se apoyan en el empleo del token nativo Ether (ETH). Estos dos términos, Ether y Ethereum, se usan a menudo indistintamente para referirse al token, mientras que el segundo sólo describe a la red fundada por Vitalik Buterin.
Ether es solicitado frecuentemente por los desarrolladores que buscan experimentar con sus aplicaciones en Ethereum, y también por los inversores, pues el token suele ser en ocasiones la divisa de elección para participar en una Oferta Inicial de Monedas (ICO).
Una Oferta Inicial de Monedas, ICO por sus siglas en inglés, es una forma de recaudación de fondos con la que las compañías de blockchain suelen financiar el arranque de sus proyectos. Las startups ofrecían unidades de sus tokens nativos a cambio de otro token o criptomoneda bajo cierto acuerdo entre los inversores y los emisores.
En el 2018 ocurrió una explosión de ICOs en el ecosistema que ahora parece haberse apaciguado. Con el tiempo, surgió otra modalidad de financiamiento, la IEO, Oferta Inicial de Intercambio, un evento de recaudación similar a una ICO, pero esta vez administrada por una plataforma de intercambio de criptomonedas.
La respuesta recibida por Ethereum en la preventa de tokens ETH de 2014 fue asombrosa. Luego de ocurrido el ataque a la DAO el 17 de junio de 2016, la red sufrió lo que se conoce como un fork, o división, quedando dos redes entonces: Ethereum (ETH) y Ethereum Classic (ETC). El token Ether tiene una capitalización de mercado que supera los US$ 28.000 millones y se cotiza en US$ 268,83.
3. Zcash (ZEC)
Dado que las transacciones con Bitcoin no son completamente anónimas, surgieron otras monedas que buscaban mejorar la privacidad. Zcash nació con este propósito, y ella misma se compara con el protocolo https de Internet, empleado para comunicaciones cifradas entre un cliente y un servidor. El proyecto de Zcash fue lanzado en 2016, permitiendo a sus usuarios decidir qué nivel de privacidad emplear.
Aunque las transacciones con Zcash quedan registradas en una cadena de bloques pública, detalles como el remitente, destinatario y monto de la operación pueden permanecer ocultos. Las opciones de Zcash en este sentido son realizar transacciones “protegidas”, donde los datos son encriptados mediante cifrado avanzado, o una variante de prueba de conocimiento cero, llamada ZK-SNARK, desarrollada por ellos mismos. El precio de Zcash se encuentra ahora en US$ 110,36, mostrando una capitalización de mercado de US$ 749.505.149.
4. Dash (DASH)
La criptomoneda Dash tuvo unos comienzos un tanto misteriosos. Al principio se llamó Darkcoin, la moneda de la oscuridad (¡!), cuando fue lanzada en enero de 2014. Para marzo de 2015, quizás por razones de marketing, la moneda fue rebautizada como Dash, que es la contracción de “efectivo digital” en inglés (digital cash).
Dash fue desarrollada por Evan Duffield, y nada más al salir ganó un fuerte respaldo de los cripto entusiastas. El cambio de nombre no afectó para nada funciones propias de su protocolo, como DarkSend o InstantX, y todavía puede extraerse empleando CPUs y GPUs. Dash se cotiza en US$ 161,97 y su capitalización de mercado es de US$ 1.437.286.750.
5. Ripple (XRP)
Ripple es una red de criptomonedas que encontró rápidamente su nicho de negocios. La compañía se ha posicionado como un sistema de pagos en tiempo real dirigido al sector empresarial, que permite operaciones instantáneas y de bajo costo. Su criptomoneda es el XRP, llamado también Ripple, que se distingue de las demás, entre otras cosas, por ser una moneda que no puede ser minada.
La compañía cree firmemente en la distribución de valor como una forma poderosa de estimular ciertos comportamientos. Esto, que en cualquier país del tercer mundo puede ser interpretado como una alusión a la corrupción, es un tema central para la gente de Ripple.
Ellos esperan reforzar la calidad de servicio de sus aliados comerciales mediante la distribución de valor en el desarrollo de sus operaciones de negocio, incentivando a proveedores que ofrezcan márgenes más económicos en la tramitación de pagos, y ofreciendo XRP a los inversores institucionales interesados.
La filosofía de Ripple parece estar dando buenos resultados, pues se ha convertido en la red de activos digitales más buscada por operadores bancarios tradicionales que persiguen optimizar las transferencias de valor entre países. La capitalización de mercado de Ripple supera cómodamente los US$ 18.000 millones, y se cotiza actualmente en US$ 0,436.
6. Monero (XMR)
Entre las criptomonedas enfocadas en la privacidad, Monero se destaca como ninguna, siendo una moneda segura y casi imposible de rastrear. Monero es un proyecto de código abierto, totalmente financiado por donaciones y dirigido por su comunidad, que se dio a conocer en abril del 2014, ganando el interés del ecosistema en poco tiempo.
El proyecto se centró también en los aspectos de descentralización y escalabilidad. La privacidad mejorada de Monero se basa en el uso de una figura especial denominada “firmas de anillo”, que le ha valido su bien ganada reputación de criptomoneda realmente segura. Tanto es así, que Monero ha desplazado a Bitcoin como moneda de elección en actividades relacionadas con la ilegalidad. A pesar de esto, el aporte tecnológico realizado por Monero al espacio de las monedas virtuales es innegable.
Monero se cotiza en US$ 100,39 y su capitalización de mercado se ubica en US$ 1.711.799.867.
7. Bitcoin Cash (BCH)
La historia de Bitcoin Cash comienza en agosto de 2017, cuando este activo digital surge como producto de un hard fork sufrido por la primera red de criptomonedas, Bitcoin. Sucede que cuando existen discrepancias en cuanto a qué dirección debe tomar un proyecto, cuáles actualizaciones son necesarias y otra serie de consideraciones, a veces uno de los grupos en discordia decide seguir por su cuenta con un proyecto derivado del original. A esto se le llama fork, o bifurcación.
Algunas bifurcaciones son exitosas, otras no tanto, y en esto Bitcoin Cash corrió con suerte, pues es ahora la quinta criptomoneda por capitalización de mercado según la tabla de CoinMarketCap. Resulta que, para resolver el tema de la escalabilidad, se propuso llevar el tamaño del bloque de Bitcoin de 1 Mb hasta 8 Mb, algo que permitiría incrementar la velocidad de las transacciones. No hubo acuerdo sobre este punto, y así nació una cadena de bloques nueva, la de Bitcoin Cash.
Aparte de incorporar un tamaño de bloque distinto, Bitcoin Cash removió el protocolo Testigo Segregado (Segregated Witness) de la cadena principal, ahorrando de esta forma espacio en los bloques. El precio de BHC está en US$ 416,44, mostrando una capitalización de mercado superior a los US$ 7.400 millones.
8. NEO (NEO)
NEO es otra de esas criptomonedas que sufrió un cambio de identidad. Su creador, Da Hongfei, la concibió originalmente en el 2014 como Antshares, y es la moneda digital más importante salida de China continental. A la red también se la llama “la Ethereum china”, porque, al igual que Ethereum, NEO se basa primordialmente en el desarrollo y ejecución de contratos inteligentes.
En 2017, el precio de NEO experimentó uno de los aumentos más significativos de su historia, arrancando en US$ 0,16 (enero) y llegando hasta los US$ 162 por token doce meses después, convirtiendo al 2017 en su año de gloria. El retorno del token fue superior al 111.000%.
Parte del éxito obtenido por NEO se debe a la amplitud de lenguajes de programación admitidos en la plataforma, donde se incluyen Go (Golang), C++, Java y varios otros.
Además, la red NEO ha disfrutado de privilegios derivados de su buena relación con el gobierno chino, conocido por su dura posición en contra de las criptomonedas. La capitalización de mercado de NEO se encuentra en US$ 965.76.832 y se cotiza a US$ 13,69.
9. Cardano (ADA)
Cardano llega al ecosistema cripto en septiembre de 2017, de la mano de Charles Hoskinson, una de las mentes fundadoras de Ethereum. Como era de suponerse, la nueva red heredaba las características de Ethereum, al tiempo que ofrecía beneficios adicionales. Tal como Ethereum, Cardano está centrada en la programación y ejecución de contratos inteligentes y aplicaciones distribuidas, pero quiere ir más allá y ocuparse de resolver los problemas que aquejan a la mayoría de las criptomonedas, estando la escalabilidad e interoperabilidad entre ellos.
Otra área de interés para Cardano son los pagos internacionales, que han sido históricamente lentos y costosos. Gracias a su enfoque en este particular, la red ha elaborado una infraestructura capaz de efectuar pagos de este tipo de manera casi instantánea, todo un logro considerando que dichas operaciones antes se llevaban días en completarse.
Cardano (ADA) se cotiza en US$ 0,088, y su capitalización de mercado se encuentra por encima de los US$ 2.200 millones.
10. EOS (EOS)
EOS es creación del experimentado pionero de las criptomonedas Dan Larimer. Antes de iniciar el proyecto EOS, Larimer ya había fundado el intercambio de monedas digitales Bitshares y la plataforma social de creación de contenidos basada en blockchain Steemit. El fuerte de EOS es el desarrollo de aplicaciones descentralizadas, y el token nativo es uno de los más recientes en el universo cripto, teniendo como fecha de nacimiento junio de 2018.
Como punto resaltante de este proyecto podemos mencionar que su ICO fue una de las más prolongadas y fructíferas de las que se tenga noticia en el ecosistema, logrando recoger alrededor de US$ 4.000 millones y estando abierta por todo un año. EOS utiliza el mecanismo de Prueba de Participación, donde los poseedores de tokens obtienen beneficios por mantenerlos durante un tiempo mínimo determinado y pueden intervenir con votos en la gobernanza de la red.
EOS ofrece escalabilidad basada en el protocolo de Prueba de Participación Delegada (DPoS), que permite, en teoría, la verificación de millones de transacciones por segundo. Esta criptomoneda de código abierto se cotiza en US$ 6,74 y posee una capitalización de mercado que alcanza los US$ 6.197.400.770.
¿Criptomonedas? ¡Hay por montones!
El universo más allá de Bitcoin está lleno de vida. Saber que, hasta el momento, existen unas 2.257 monedas digitales aparte de ella nos da una idea de lo poblado que está el cripto espacio. Por supuesto, con tal cantidad de criptomonedas disponibles, hay una alta probabilidad de que cada quien consiga una que se adapte a sus gustos e intereses.
Es un gran mérito para Bitcoin seguir a la cabeza después de unos largos diez años, aunque los analistas dicen que esto es apenas el comienzo. El lanzamiento de la moneda virtual Libra, promovida por Facebook, pudiera acelerar la adopción masiva de las criptomonedas a nivel mundial, gracias a la vasta base de usuarios con la que cuenta esta plataforma. El propósito de Mark Zuckerberg es hacer de Libra una moneda global, con la que la transferencia de dinero sea tan fácil como enviar una foto por Internet.
Tomando para sí uno de los objetivos del proyecto Pundi X, Libra también persigue atender a los millones de personas en países del tercer mundo que no tienen acceso a servicios bancarios tradicionales, bien sea porque los costos de entrada no lo permiten o porque los trámites burocráticos para obtener una cuenta de banco son, en muchos casos, insuperables.
Por lo pronto, los ojos del ecosistema cripto siguen con atención los movimientos zigzagueantes de Bitcoin, que continúa tomando un respiro alrededor de los US$ 9.300 antes de lanzarse definitivamente hacia los 10.000 dólares, o como pronostican los más optimistas, hasta cotas superiores. Uno de los gemelos Winklevoss asegura que si llega a US$ 10.000, la siguiente parada serán los US$ 15.000.
¿Acabará Libra con Bitcoin? Con Bitcoin tal vez no, pero seguramente sea una porción de monedas alternativas las que acusen el impacto de su llegada. Algunos observadores concuerdan en que, como pedio de pago, BTC se encuentra todavía lejos de la propuesta que sostuvo Satoshi Nakamoto, y que su destino es ser en el futuro un nuevo refugio de valor. Vendrá el 2020, y Libra con él, entonces veremos una época de verdadero florecimiento para las criptomonedas, o el comienzo del fin para muchas de ellas.
Para saber más, consulta los siguientes temas:
- ¿Qué es Monero (XMR)? Una criptomoneda realmente privada
- ¿Qué es Zcash (ZEC)? Transacciones 100% anónimas
- ¿Qué es Ethereum? La segunda moneda más importante
- Bitcoin: la guía oficial
Todas las cotizaciones de monedas corresponden a junio 19, 11:20pm, ET, según datos proporcionados por CoinMarketCap.