ArQmA no son las siglas de algún proyecto negro del Pentágono, o de una tecnología espacial secreta filtrada por los buenos oficios de WikiLeaks. Pero de que tiene relación con lo secreto, pueden apostar que sí.
La criptomoneda ArQmA (ARQ) es una moneda, o aspirante a moneda digital, muy modesta. Aunque tiene un nombre que impresiona, la realidad es que esta cripto se pierde entre miles de altcoins existentes.
Pero, ¿es tan sólo una más? En un intento por resaltar, ArQmA presume de ventajas sobre otras monedas digitales en su documento técnico. Comenzando por Bitcoin, allí se compara también con Monero (XMR), Dash (DASH), Zcash (ZEC), Litecoin (LTC) y Ripple (XRP).
El código de ArQmA se deriva de la criptomoneda de privacidad Monero, así que sus características son mayormente heredadas de la misma. Sin embargo, supone una versión mejorada en varias propiedades de las criptos mencionadas anteriormente, al menos en el papel.
Origen de ArQmA
En diciembre de 2017 ocurriría, en el mundo de las monedas digitales, un hecho equivalente a lo que fuera el Big Bang para nuestro Universo. Y digo “nuestro Universo”, porque desde hace un tiempo se viene planteando en la Física la interesante idea de los universos paralelos.
Aquello fue cuando Bitcoin, luego de una carrera alcista que duró buena parte del año, tocaría finalmente su punto más alto desde que fue creada.
A partir de allí comenzó el surgimiento del ecosistema de las criptomonedas, tal como el supuesto Big Bang (que también se encuentra en entredicho) dio origen a todo lo que existe.
ArQmA nace, pues, en pleno auge de las monedas digitales y la tecnología de las cadenas de bloques. En 2018, los desarrolladores Michal vel M@lbit (Michal Malicki) y Arek Arqtras (seudónimo) deciden unirse al universo cripto añadiendo su propio proyecto.
De la combinación de sus apodos es que proviene el nombre ArQmA.
Qué pretende resolver ArQmA
En el universo de las monedas digitales, es difícil escapar del paradigma que gobierna la creación de casi todas ellas. No son muchos los proyectos de blockchain que posean un token enfocado en la resolución de un problema de la vida cotidiana.
El documento técnico de ArQmA comienza recordándonos los inconvenientes de pertenecer todavía a un sistema bancario tradicional. A pesar de los avances brindados por la aparición de Internet y la actual omnipresencia de los dispositivos móviles, seguimos atrapados por la centralización.
Y es que esa es la principal propuesta de la tecnología blockchain. Poder convertirse en una alternativa a las instituciones centralizadas, en particular las financieras, ofreciendo seguridad equivalente, o mejorada, en las transacciones al tiempo que protege la privacidad de los usuarios.
Bajo ese esquema se crea el proyecto ArQmA, proponiendo a la criptomoneda ARQ como sustituto de las monedas fiduciarias. Estando conscientes de la gran cantidad de opciones cripto ya existentes, ARQ debía destacarse de alguna manera entre todas.
Mejor que muchas
Compartir el ADN de Monero obliga a ArQmA a exhibir los rasgos de su herencia genética. Pero eso no es suficiente, los promotores de la red quisieron que hacer de la nueva criptomoneda una especie muy superior a otras.
Sus creadores describen las bondades de ARQ comparándola con criptos bien establecidas, que persiguen un propósito común. Ofrecer a la gente una alternativa al dinero convencional, sin las fricciones propias de un sistema financiero desfasado.
En el papel, las características técnicas de ARQ aventajan a las de monedas como Zcash, Litecoin, Dash, la propia Bitcoin y hasta Monero, que es de donde proviene su código base.
Los puntos a favor que posee ARQ tienen que ver con las debilidades de criptomonedas que, si siguen el mismo paradigma que las demás, buscan la adopción de las masas. Pero pocas están preparadas para cuando eso suceda.
Ya hemos visto en el pasado los atascos que han sufrido las redes de Bitcoin y Ethereum. Las primeras dos cadenas de bloques en la clasificación mundial no han podido mantener un desempeño adecuado durante momentos críticos.
Una cadena “elástica”
El problema de la escalabilidad es una de las preocupaciones que la gente de ArQmA dice haber resuelto. El número de transacciones por segundo (TPS) que una red cripto es capaz de procesar es un asunto bien importante cuando se aspira a la adopción general.
Sin hacer uso de artilugios como Atomic Swap, o Lightning Network, los patines diseñados para que Bitcoin pueda moverse más rápido, la red ArQmA se ocupó primero en vérselas con el tamaño del bloque.
En vez de trabajar con un tamaño de bloque fijo, ArQmA utiliza un bloque cuyas dimensiones pueden variar. Un algoritmo se encarga de monitorear el tamaño de los últimos 100 bloques añadidos a la cadena. Con la información recogida se establece entonces cuantas transacciones podrá albergar cada nuevo bloque.
El segundo de los asuntos que interesa a ArQmA es hacer que la minería de ARQ sea accesible a la mayor cantidad de personas.
Tu propio dinero, de verdad
Ser capaz de fabricar tu propio dinero es una de las promesas principales de las criptomonedas. Al menos esa fue la intención de Satoshi Nakamoto cuando propuso un sistema de pagos que se supone estaría basado en Bitcoin.
Pero una cosa es decirlo, y otra distinta es hacerlo. Hoy día, el mayor caso de uso de Bitcoin es la especulación financiera y no los pagos.
Y lo de hacer tu propio dinero quedó en manos de los pocos que pueden comprar los costosos equipos de minería para BTC, los conocidos equipos ASICs.
Para que no suceda como con Bitcoin y otras criptos, ArQmA fue pensada para ser resistente a las ASICs desde el principio. No sólo es resistente a ASIC, sino que su algoritmo de consenso, llamado ramdomARQ PoW, requiere menos poder de cómputo para operar.
Así, según ArQmA, la minería de ARQ puede ser practicada por personas inclusive desde un dispositivo móvil. Con ArQmA, hacer tu propio dinero no es tan sólo una promesa, sino algo real.
Intentando superar al Maestro
El código de ArQmA viene directamente de las entrañas de Monero (XMR), considerada líder entre las CCP, o criptomonedas centradas en la privacidad. En la clasificación general Monero ocupa el lugar nro. 15, según CoinMarketCap, lo que le asegura bastante visibilidad.
En su deseo por destacar entre las altcoins que funcionan como dinero, los desarrolladores de ArQmA se enfrentaron al reto de cómo superar técnicamente a Monero.
Mejorar la seguridad de Monero era un asunto difícil, de modo que integraron algunos detalles como el barrido de memoria y el encriptado de las operaciones del nodo. Ningún dato queda escrito en almacenamiento interno, lo que disminuye considerablemente la superficie de ataque ante virus y otras amenazas.
Para diferenciarse de XMR, ArQmA incorporó pruning en el diseño de su red. Cuando un nodo aplica pruning a su cadena de bloques lo que hace es prescindir de información menos relevante o considerada no crítica.
El producto del pruning es una blockchain más ligera, con la que se reducen los tiempos de sincronización. Esta figura fue también añadida posteriormente a XMR, así que queda un punto extra a favor de ArQmA, y es su compatibilidad con dispositivos móviles.
Lograr una moneda que pudiera ser minada desde casi cualquier dispositivo fue uno de los objetivos de ArQmA desde su concepción. Esto lo hicieron posible mediante el uso de un algoritmo de prueba de trabajo propio al que llamaron “ramdomARQ PoW”.
RandomARQ puede funcionar perfectamente con los procesadores y la cantidad de memoria que poseen los dispositivos móviles actuales. Además, el algoritmo limita la ventaja de las unidades de procesamiento gráfico (GPU) y es resistente a ASICs.
¿Privacidad a la baja?
Los creadores de criptomonedas siempre toman una bandera para defender cuando deciden lanzar su proyecto. Para muchos esta bandera ha sido la protección de la privacidad.
Pero, aunque cueste creerlo, la privacidad en las transacciones no parece ser una preocupación para la mayoría de la gente. O deberíamos decir, para los usuarios de una cripto de privacidad en particular.
En agosto de 2018, la firma Satis Group reveló que el 95% de los usuarios de Zcash (ZEC) no empleaban la figura de privacidad mejorada en sus operaciones. En Zcash la privacidad de las transacciones no funciona por default, sino que es a solicitud del usuario.
Tal vez por esto casi todos prefieren enviar sus monedas “a plena vista”, o porque piensan que no tienen nada que esconder. Los que sí tienen mucho que ocultar son los malhechores cibernéticos.
Desafortunadamente, el informe de Satis identifica al sector de los delitos informáticos como el terreno natural para la adopción de criptos de privacidad. Si la gente de ArQmA estaba en conocimiento de esto, entonces no fue una buena elección desarrollar una CCP.
Precisamente por el vínculo existente entre las monedas de privacidad mejorada y las actividades ilegales, las CCP parecen condenadas a desaparecer.
Hace poco, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos (DOJ) publicó un papel donde estigmatiza a las criptomonedas, pero particularmente a las que protegen los montos e identidades de los usuarios. Habrá que tener cuidado al usar cualquier CCP de ahora en adelante.
ARQ, la moneda
Seguir describiendo las ventajas técnicas de ArQmA no es necesario. ARQ es invisible, segura, ligera, súper económica, favorece el minado con CPU y, encima de todo, es realmente escalable.
Lo que sorprende, sin embargo, es que una cripto bien armada como ARQ se encuentre tan lejos de las primeras cien. ARG está clasificada en el puesto 1.842 de CoinMarketCap. Para completar su ficha, debemos agregar los siguientes datos de rigor.
En estos momentos, ARQ se cotiza por $0,008877 y su modestísima capitalización de mercado está cercana a los 60 mil dólares. Los mercados donde se negocia ARQ son muy limitados. CMC indica que se transa por Bitcoin en CITEX, TradeOgre y Crex24. Su página web incluye también al intercambio descentralizado Bisq.
Aparte de obtenerla en dichas bolsas, también es posible extraer ARQ del subsuelo digital. Ellos recomiendan emplear las aplicaciones xmr-stack y xmrig para hacerlo. Aunque es posible minar ARQ desde dispositivos móviles, surgieren no hacerlo, a menos que el aparato tenga una batería de adamantio para soportar la tarea.
Existen varios sabores de billeteras para almacenar ARQ. Para los amantes del teclado, la versión de línea de comandos está disponible en GitHub. Los usuarios de dispositivos móviles Android podrán hallar la suya en el apartado de descargas de arqma.com.
Allí podremos obtener también la billetera de escritorio ArQmA GUI. Versiones disponibles: Windows, Linux y Mac. Finalmente, quedan la billetera web y el generador de direcciones fuera de línea. El whitepaper de ArQmA indica cómo obtenerlas.
ARQ luce ideal para quienes se inician en el mundo de las criptomonedas y disponen de un presupuesto muy reducido para experimentar. Una barrera de entrada tan baja hace fácil tanto minar como negociar con ella.
¿Hasta el 2049?
ArQmA pareciera ese tipo de proyectos que está a la espera de alguien como Tim Draper, que le inyecte unos cuantos billetes y suficiente publicidad como para hacerlo despegar.
Posiblemente la falta de capital sea una de las flaquezas de la iniciativa; autofinanciarse puede ganar loas entre los desarrolladores, pero no te hará llegar más lejos, ni avanzar más rápido.
Otra es, definitivamente, el escaso o nulo mercadeo de ArQmA. Para el 2019, uno de sus objetivos era que su comunidad se encargara de hacerla conocer. Bueno, por amor al arte pueden hacerse muchas cosas, pero los criptofans (de la moneda que sea) prefieren recibir un incentivo de vez en cuando.
Técnicamente hablando, el potencial de ARQ es innegable. Es una pena que orbite tan remotamente en el criptosistema, teniendo lo necesario para mejorar sensiblemente su posición. ¿Logrará su cometido de existir por 30 años?
El 2049 luce todavía lejano. Para ese entonces, es muy posible que las monedas centradas en la privacidad sean sólo un nebuloso recuerdo del pasado.