Podríamos decir que Galaxy Fight Club nos presenta su propia versión de un futuro apocalíptico, pero no. En realidad, sus creadores han ido más allá, esforzándose en acabar con medio planeta de un solo golpe.
La historia de Galaxy Fight Club transcurre en el año 2049. Ya China, Rusia y el Tío Sam se habían cargado la Tierra con una última mega guerra nuclear. Fue tal la hecatombe, que el propio Universo sintió sus efectos, comenzando a contraerse.
Como consecuencia, nuestro planeta se hizo inhabitable, pero inhabitable para las masas. No se sabe cómo, la economía de los más ricos siguió funcionando. Esa élite fue quien quedó con el control de las cosas.
Buscando la supervivencia de la especie, los científicos hallaron un planeta capaz de albergar vida humana. En los confines de la Vía Láctea apareció “Bruna 8”, el lugar donde Galaxy Fight Club mueve toda su acción.
Galaxy Fight Club
“Desechables”. Así llamaron a los primeros exploradores espaciales enviados hacia Bruna 8. Las primeras misiones fallaron, hasta que al fin un astronauta humano pudo poner pie allí.
Lejos de encontrar un planeta desierto, resultó estar habitado por seres inteligentes. Inteligentes pero orientados al combate y la guerra. Primos hermanos de los humanos, pues.
Esto significó muchas pérdidas de vidas entre las misiones terrestres. Nada más llegar a Bruna 8 aquello se convertía en un “sálvese quien pueda”. Los brunianos no querían compartir su planeta ni sus recursos con nadie más.
Al no existir en Bruna 8 perros de la guerra que se pasen sembrando conflictos para hacer dinero, llegó finalmente la paz. Exploradores y nativos acordaron dejar de matarse en vano.
A partir de allí, los recursos del planeta se darían como premio a los mejores combatientes. Los enfrentamientos se llevarían a cabo en un gigantesco recinto estratosférico, montado sobre una torre de kilómetro y medio de altitud.
La contracción del Universo dejó a muchas civilizaciones galácticas con una mano adelante y otra atrás. Ahora las pocas que quedan vienen también a Bruna 8 para pelear por su supervivencia.
Robots de la Muerte, Reptoides, Glopzs, Aliens, Bestias, Ogres, humanos y brunianos luchan todos los días en Galaxy Fight Club.
Jugar y ganar gratis
Galaxy Fight Club presume de ser el primer juego blockchain “cross-IP”. Esto podemos entenderlo como “propiedad intelectual cruzada”. Bien, ¿y qué significa lo de propiedad intelectual cruzada?
Pues, básicamente que los jugadores de Galaxy Fight Club podrán participar con los NFT nativos de la plataforma o con NFT traídos desde colecciones distintas.
Galaxy Fight Club admite NFTs de Illuvium, Byopills, CyberKongz y otros. Inclusive, tanto en su página web como en la documentación afirman que los monos de Bored Ape Yatch Club también son bienvenidos.
Lo de ser un juego de propiedad intelectual cruzada es excelente. Para jugar no tienes que comprar uno de los luchadores NFT de GFC, tan sólo ingresar a la arena con tu personaje de Byopills o BAYC.
Al ser también una plataforma “gratis de jugar”, Galaxy Fight Club tampoco exige que tengas un nft de los suyos, o de ninguno para comenzar la pelea. Ellos te proporcionarán uno con tal de que experimentes la diversión que han preparado para ti.
Tokens de Galaxy Fight Club
En los juegos blockchain hemos visto la tendencia de implementar sistemas de tokens duales. GFC hace lo mismo, pero sin realmente hacerlo. Su token nativo tiene dos nombres: en los intercambios centralizados se llamará GCOIN, mientras que en los DEX se conocerá como GFC.
El juego emitirá un máximo de 150 millones de fichas GCOIN. Su capitalización de mercado es bastante modesta, unos USD 1.103.590. Al producirse este post, GCOIN mostraba una cotización de USD 0,0761.
Como los mismos promotores de Galaxy Fight Club dicen, GCOIN se necesita para hacer casi todo durante el juego. Para comenzar a ganar tokens GCOIN sólo hay que mantener un NFT de luchador en la billetera.
Por ejemplo, forjar nuevas armas costará una comisión de 300 GCOIN. El derecho a entrenar guerreros de 2da Generación se llevará 800 monedas.
Al igual que muchas fichas, GCOIN también experimenta los embates del cripto invierno. Considerando que su precio de venta inicial fue de medio dólar (USD 0,50), ahora se cotiza por mucho menos.
Dónde comprar y almacenar GCOIN
Aunque se sugiere comprar algunos tokens al principio, no es absolutamente necesario para entrar a la arena de Galaxy Fight Club. Con las primeras victorias podrás obtener “llaves doradas”, nfts que luego venderías por GCOIN.
También es posible conseguir cajas de botín, que también son nfts negociables. Otra opción es abrir tu caja de botín y ver qué nfts te has ganado. Posiblemente te toque algún arma muy valiosa con la que conseguirás más tokens GCOIN.
Pero si te interesa ahorrar tiempo, puedes comprar GCOIN en MEXC, ZT, BitWell, Huobi Global y Gate.io. En todas estas bolsas cripto el token se halla emparejado con Tether (USDT).
La moneda de Galaxy Fight Club se encuentra alojada en la cadena de bloques Polygon. GCOIN cumple con el estándar ERC20, de modo que puede guardarse en carteras compatibles con Ethereum.
Cómo ganar GCOINs
Pacifistas de la galaxia, quedar tranquilos. No hará falta eliminar a ningún bruniano para ganar unas cuantas monedas de GCOIN.
Tus primeras monedas llegarán nada más por ser poseedor de, al menos, un Galaxy Fighter. Gracias a ello recibirás de 5 a 15 GCOINS diarios, según aseguran sus creadores.
La segunda forma de ganar monedas es mediante fragmentos de llaves. Los fragmentos de llaves (las mismas que se necesitan para abrir cajas de botín) se ganan en peleas. El jugador podrá vender los fragmentos o armar una llave negociarla.
GFC ofrecerá también Torneos por Equipos, en donde se repartirán premios por hasta 2 ETH, equivalentes en el token nativo. Para participar en tales eventos hace falta tener un Galaxy Fighter de 2da generación.
Otra manera de ganar GCOINs será la fabricación de armas. El asunto es que para poder forjarlas habrá que invertir un poco de GCOIN. Si eres lo suficientemente creativo tus armas serán únicas, listas para venderse por más monedas de las que empleaste en su manufactura.
Como quinta opción, los jugadores de GFC podrán rentar sus luchadores. Es quizá la opción menos atractiva, tomando en cuenta que puedes ingresar a jugar con NFTs de otras colecciones.
De todas maneras, siempre habrá gente que quiera probar primero el juego antes de arriesgar el pellejo de sus propios costosos NFT.
Nos vamos a Bruna 8
Entonces, ¿quieres jugar gratis? ¿Prefieres tener tu propio Galaxy Fighter? Si es lo segundo, deberás ir a OpenSea o LooksRare, donde podrás comprar el tuyo desde los 0,32 ETH.
Con un poco de suerte, cuando lo mercados se recuperen, tal vez tu luchador llegue a valer tanto como el esfuerzo y valentía que ha demostrado en la arena de Bruna 8.