Al parecer, algunos partidarios de Bitcoin sufren de sordera selectiva. Por más que se les avise de una caída inminente de BTC, deciden ignorar olímpicamente todas las señales.
Aunque luego venga el “llorar y crujir de dientes”, como se menciona en el libro sagrado de los cristianos. De un toro de Bitcoin sería mucho mejor que se dijera “aquí murió”, que “aquí corrió”, pareciera ser la manera en que se ven a sí mismos.
Y con toda seguridad, en el más reciente descalabro de la criptomoneda reina habrá perecido buena parte de ellos. Por lo menos, parte de los que creían ser entusiastas a prueba de fuego de Bitcoin.
Así como no es gratuito el dicho “no existe nada más cobarde que un millón de dólares”, de igual forma sucede en el negocio de las criptomonedas. A menos que seas un hodler impenitente, saldrás de tus bitcoins tan pronto el mercado te dé un respiro.
Y si sucede con Bitcoin, ¿qué queda para el resto de las monedas virtuales? Una suerte similar, que algunos llaman “control de daños”.
Cae Bitcoin, una vez más
Resulta asombroso cómo pasan las cosas en el mundo cripto, sobre todo en lo relativo a Bitcoin.
Bitcoin es la criptomoneda más estudiada de universo cripto. En su comportamiento se centran los análisis de decenas de expertos y sitios web.
Sin embargo, la moneda nunca ha estado sujeta a pronóstico alguno. BTC hace lo que quiere y cuando menos lo esperan. O se dispara hacia la Luna, o se lanza un clavado al vacío de esos que provoca el pánico generalizado en los mercados.
Como lo que acaba de pasar, para desgracia de los toros. Bitcoin se fue por debajo de USD 18.000, dejando a los osos sedientos de más sangre. Algunos analistas sugirieron que el soporte estaría en USD 10.000. “No en mi turno”, dijeron los toros.
Ahora, BTC vuelve a mirar hacia arriba, recién pudo recuperar su cotización y pasar la marca de los USD 20.000. Sus seguidores respiran aliviados, aunque saben que el peligro sigue presente.
Alivio que le ha sido negado a los desafortunados criptohabientes de Terra (LUNA). Una tragedia griega con todas las letras, que al tratarse de una supuesta moneda estable sólo merma todavía más la confianza en este tipo de activos digitales.
Su nuevo nombre será “Terra Classic”, pero el daño ya está hecho. Bien, volvamos a BTC.
Un largo cripto invierno
Todo este tema de los pronósticos de criptomonedas está basado en ciclos. El supuesto es que “si ya sucedió, volverá a suceder”. Y agarrado a los ciclos de Bitcoin, Dun Jun, uno de los fundadores de la plataforma de intercambio Huobi, lanzó su predicción bastante temprano este año.
Para nada alentadora, por cierto. El vaticinio de Jun señala que el precio de Bitcoin verá mejores tiempos “a finales del 2024 o a comienzos del 2025”. ¿Alguien dijo “llorar y crujir de dientes?
Jun realizó dicha declaración en una entrevista remota que concedió a la cadena CNBC en febrero. En ella resaltó la relación existente entre los mercados alcistas de Bitcoin y sus eventos de halving.
Recordemos que el halving no es más que reducir a la mitad la recompensa de BTC que reciben los mineros por mantener la red. Esta reducción ocurre aproximadamente cuatro años y forma parte de operación de Bitcoin en sí.
Revisando ciclos anteriores de BTC, Jun jugó a aventurarse como gurú de las criptos. En la entrevista mencionó el halving de 2016 y el de 2020, haciendo notar que luego de cada halving es cuando se presenta un mercado alcista como tal. Veamos.
El «año mágico» de Bitcoin
Para marzo de 2017 Bitcoin estaba en USD 1.290, en mayo alcanzó los USD 2.000, apenas un aperitivo para lo que vendría a continuación. Llega septiembre y BTC rompe la marca de USD 5.000.
El ambiente cripto se pone intenso cuando, en noviembre, la moneda llega a cotizarse entre USD 7.600 y USD 8.100, sin ofrecer la más mínima señal de corrección importante.
Llega diciembre. El día 15 Bitcoin alcanza los USD 17.900, lo que nunca nadie imaginó. La locura llegaría el 17, cuando la criptomoneda de Nakamoto registra el astronómico precio de 19.783 dólares.
Desde entonces, BTC volvería sobre su pasos, corrigiendo en varias ocasiones hasta llegar a los USD 3.300 en diciembre de 2018.
El 11 de mayo de 2020 la recompensa volvería a cortarse por la mitad por el tercer halving de Bitcoin, quedando en 6,25 BTC por bloque minado. Para ese entonces la criptomoneda se cotizaba cercana a los USD 8.000.
Julio de 2020: precio se enrumba hacia los 11.000 dólares. Noviembre es testigo de una nueva marca para Bitcoin, USD 19.850. Entra el año 2021, y Bitcoin llega a los USD 41.973 en enero.
El 16 de febrero toca los USD 50.000, que se convertirán en USD 64.800 para el día 14 de abril. La moneda corrige hacia USD 30.000 en mayo. En octubre llegaría a su mejor precio de todos los tiempos: USD 66.974.
Esperar y ver
Durante su entrevista con CNBC, el mismo Jun advirtió que su predicción no está escrita en piedra. Recordó que son muchos los factores pueden incidir en determinado momento tanto a favor como en contra del precio de Bitcoin.
Mientras tanto, sólo queda esperar hasta finales del 2024 para comprobar que los toros realmente están de nuevo en control y poder decir adiós al criptoinvierno.