Según los datos de la encuesta realizada por BlockArabia, una web dedicada a criptomonedas Arabe, los delincuentes facturarán en cinco meses 81,6 millones de dólares pagados por sus víctimas.
Según los datos de una encuesta realizada por Chainalysis, el pago promedio de ransomware ha aumentado en un 170% sobre la base anual, tras haberse situado sobre unos 54.000 dólares durante el primer trimestre de 2021. El porcentaje pasa a ser de 1.700% si tienen en cuenta los 2 últimos años.
2020 el año del cripto-ransomware
El informe recuerda que el año 2020 fue bautizado como el año en que despegó el cripto-ransomware. Durante ese periodo se produjo la tasa más elevada de crecimiento de todos los tiempos en cuanto a tipos de delitos envolviendo criptomonedas. Además, resaltó también que para lo que llevamos de año, los datos están siguiendo un camino parecido.
«Aunque 2020 será conocido para siempre como el año en que despegó el cripto-ransomware, mostrando la tasa de crecimiento más alta entre todos los tipos de delitos basados en criptomonedas, los datos de 2021 tampoco son alentadores«.
En todo el mundo, solamente entre los meses de enero a julio de este año, se produjeron 175 ataques de ransomware. De estos ataques, la mitad tuvieron lugar en Estados Unidos, según los informes. Reino unido ocupa el segundo lugar con 21 ataques en el mismo período del año. En tercera posición esta Canadá con nueve ataques, seguido de Francia con 7 ataques realizados respectivamente en el mismo período.
Los datos muestran el avance de la industria de los ciberdelincuentes.
En 2019 facturaron 93 millones de dólares, el año de 2020 vio más de 400 millones pagados por ataques de ransomware, lo que representa un aumento de 337 por ciento de crecimiento.
Según el informe, Bitcoin y otras criptomonedas facilitaron el proceso, tornando posible obtener rescates altísimos de grandes empresas, organizaciones y hasta de gobiernos municipales, que para muchos es prácticamente imposible de rastrear.
Y los libros de contabilidad público?
Por más que sea explícito al publico, las transacciones son prácticamente imposibles de rastrear, las partes involucradas en el comercio son anónimas, tornando casi imposible conectar a una persona con una billetera criptografíca.
Pudiendo mover sus transacciones de una manera silenciosa y anónima, los crimínales tiene facilidad para realizar «su trabajo» con éxito.
Si los ciberdelincuentes ya han facturado 81.6 millones de dólares en lo que llevamos de año, ¿qué podemos esperar de lo que queda de año?
