Un ex-empleado del ya inexistente exchange Cryptopia ha sido declarado como culpable del robo de 170.000 dólares en criptomonedas. La casa de intercambio cerró tras un ataque por parte de un grupo de hackers, pero el robo del ex-empleado no se ha relacionado con el ataque.
La casa de intercambio Cryptopia fue una de las primeras y más populares exchanges en Nueva Zelanda. El exchange comenzó a ofrecer comercio con criptomonedas de forma local para luego tener un rápido crecimiento hasta expandirse a nivel mundial. Durante su punto más álgido la plataforma daba trabajo a más de 80 empleados y contaba con 1,4 millones de usuarios al rededor del mundo.
Cryptopia operó con normalidad hasta enero del 2019 momento en el que fueron víctimas de un ataque en el que les sustrajeron 25 millones de NZD (17,5 millones de dólares) en activos digitales. Esto representaba el 15% de los activos digitales con los que se contaba como reserva, lo que los obligó a liquidar sus operaciones y cerrar la plataforma. Hasta día de hoy, el robo a Cryptopia sigue siendo el robo más voluminoso de criptografía dentro del país.
La investigación por el robo a Cryptopia sigue abierto y está siendo gestionado por la firma de contabilidad Grant Thornton, pero con el cierre la administración se vio obligada a despedir a todos sus empleados. Tras el despido masivo, un ya ex-empleado parece que se aprovechó de la situación para sacar su propio beneficio.
Robo tras en robo en Cryptopia
El ataque que hizo cerrar sus puertas a Cryptopia parece que no fue la única actividad ilegal de la que fue víctima. El medio local neozelandés Stuff a revelando que tras el primer ataque un ex-empleado del exchange perpetró un segundo robo por valor de 170.000 dólares en criptomonedas.
Tras una investigación, el ex-empleado se declaró culpable de dos cargos por robo:
- Robo por parte de un individuo en una relación especial de confianza o poder.
- Robo por encima de los 1000 NZD, equivalentes a unos 700 dólares.
El ex-empleado contaba con un puesto importante dentro de Cryptopia en el que tenía acceso a las claves privadas de los clientes. Tras el anuncio de los despidos, el sujeto decidió realizar una copio no autorizada de dichas claves que guardó en un dispositivo de almacenamiento externo. De esta forma, el sujeto ya contaba con acceso a las direcciones desde cualquier punto que el mismo quisiera.
Una vez despedido, el antiguo trabajador decidió sustraer 13 Bitcoins de diferentes billeteras en una serie de operaciones casi imperceptibles. El sujeto sabía perfectamente como debía operar y utilizó «mixers» para lavar el rastro de los activos. Tras este primer robo, se realizaron otras operaciones por valor de unos 7.000 dólares en otras criptomonedas.
El robo se descubrió después de que un usuario ingresase por error activos en una antigua dirección de Cryptopia. Tras percatarse de su error, el sujeto pidió a la administración que le devolviesen sus fondos, en ese momento los liquidadores se percataron de las operaciones no autorizadas en las cuentas del exchange.
El mismo acusado reconoció estar frustrado por la perdida de su empleo y el trato obtenido por la administración. Por otro lado, el sujeto creía que se saldría con la suya sustrayendo cantidades pequeñas de unas cuentas que creía que nadie revisaría. El ex-empleado ya ha devuelto algunos de los fondos sustraídos y se ha ofrecido a devolver el resto de los activos. La buena voluntad del culpable no lo exime de sus cargos, la sentencia oficial será revelada el próximo 20 de octubre.
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