El pasado 19 de octubre la ministra española de finanzas, María Jesús Montero, dijo que de acuerdo con la legislación propuesta los ciudadanos españoles deberán identificarse claramente así como sus propiedades en criptomonedas. Añadió que esperan que los ciudadanos que tienen inversiones en criptomonedas fuera del territorio nacional lo comuniquen también a las autoridades cada año.
Según el ABC, un diario nacional con sede en Madrid, Montero dijo «Se establece como obligatorio que las personas y las empresas informen a la Agencia Tributaria sobre esta operación».
El Consejo de Ministros de España aprobó el proyecto de ley. Si este se acaba convirtiendo en una ley, las inversiones en criptomonedas estarán sujetas al formulario de divulgación 720 del país. Se trata de un estricto sistema de información fiscal que se dirige principalmente a las inversiones extranjeras de los ciudadanos españoles. El modelo establece que por cada detalle inexacto o falso sobre las ganancias de los contribuyentes pueden enfrentar multas de hasta 5.000 euros.
Cómo regular las criptomonedas
La regulación de las criptomonedas en España sigue siendo un misterio, y lo mismo sucede en gran parte de Europa. Las ganancias obtenidas por las transacciones en criptomonedas están sujetas según la legislación que cubre asuntos relacionados con impuestos a la renta individual. No obstante, la Dirección General de Impuestos del país ha establecido que las transacciones que involucran bitcoins están exentas de impuestos al valor agregado. Y, la minería de criptomonedas tampoco está sujeta a impuestos, no obstante, esta situación podría cambiar.
Según el comunicado que el banco central español y la Comisión Nacional del Mercado de Valores emitieron en febrero, bitcoin y otras criptomonedas no son monedas de curso legal. Además, aprovecharon para advertir a los inversores sobre el riesgo de fraude o pérdidas potenciales de tales inversiones.
Frente a la incerteza actual sobre la regularización de las criptomonedas y los altos impuestos ligadas a ellas, algunos inversores están optando por abandonar el país. Algunos han preferido huir del país antes de que se establezca una regularización sobre ellas y puedan verse perjudicados. Los países preferidos por los inversores son aquellos conocidos como paraísos fiscales.