La ciudad de Riviera Beach, en el estado de Florida, EE.UU., es la víctima más reciente de la ola de ataques cibernéticos que vienen sufriendo varias localidades del país. Como en otras ciudades de la nación, los hackers lograron tomar el control de los sistemas informáticos del gobierno local, exigiendo un rescate que ascendió a la suma de US$ 600.000.
Las autoridades de Riviera Beach consideraron que lo mejor en este caso era pagar y actuaron en consecuencia. El rescate fue exigido en bitcoins, una moneda digital que está ocupando titulares por estos días, debido a los aumentos impresionantes que continúa experimentando su precio.
Hackers impenitentes
Un grupo de hackers se ha dedicado en las últimas semanas a infectar los equipos computacionales de varias administraciones y solicitando luego un rescate en criptomonedas para liberarlas del malware inyectado y devolver el control a las dependencias gubernamentales sobre la información secuestrada.
Baltimore, una de las localidades más importantes del estado de Maryland, cayó también ante los ataques de los piratas informáticos que han tenido azotadas varias regiones. En Baltimore los servicios gubernamentales cerraron por varias semanas, ante la imposibilidad de poner por sí mismos sus sistemas en funcionamiento.
En esta ocasión, los hackers solicitaron un rescate de US$ 78.000. Se calcula que el numero de equipos informáticos afectados está por el orden de los 10.000.
Un correo electrónico fue el vector de ataque
Dado que en Baltimore las pérdidas llegaron a los US$ 18 millones debido a los retrasos en la recuperación de las redes con las que prestan servicios las oficinas de gobierno, la municipalidad de Riviera Beach decidió acceder a las demandas de los hackers a fin de efectuar una especie de control de daños. Sin embargo, el rescate obtenido por los piratas cibernéticos es el más alto jamás pagado gobierno local alguno debido a un ataque de ransomware.
La infección de los sistemas comenzó luego de que un empleado adscrito al departamento de policía de Riviera Beach abriera un correo electrónico que llevaba adjunto software malicioso. El programa dañino se dispersó rápidamente por los equipos de todas las dependencias interconectadas de la ciudad, logrando paralizar las actividades regulares. El procesamiento de la nómina de los trabajadores públicos no pudo ser realizado, quedando todos ellos sin recibir sus salarios.
Hasta los servicios de emergencia quedaron severamente limitados, afectando a casi 900 operadores y sus respectivos equipos.
De acuerdo a lo publicado por Associated Press en torno al caso, la decisión de satisfacer el requerimiento de los hackers fue promovida por asesores de seguridad. Gracias a esto, el impacto del ciberataque fue menos intenso y se evitó incurrir en costos mayores. El proveedor de seguros de la ciudad de Riviera Beach cargó con parte del pago hecho a los hackers. Además, el gobierno local dispuso de US$ 941.000 para el reemplazo o actualización de algunos de los equipos y sistemas afectados.
