Los Ovnis, u Objetos Voladores No Identificados, vienen siendo observados en los cielos de todo el mundo desde hace muchísimos años. Configurados de distintas formas, tamaños y colores, los ovnis han sido registrados en cientos de fotografías, videos y testimonios escritos.
No sólo gente común y corriente ha sido testigo de las evoluciones de los ovnis en los cielos de campos y ciudades. Individuos con preparación profesional especializada, como pilotos de aviones caza militares y de aeronaves comerciales también los han visto. Incluso presidentes, agentes de la ley, oficiales de las fuerzas armadas y astronautas.
Hace días, el centro del poder militar de los Estados Unidos, el Pentágono, acaba de publicar tres videos obtenidos con equipos de las fuerzas armadas donde aparecen ovnis en pleno desplazamiento. Ya es oficial: los ovnis son reales.
Existen varias implicaciones en torno a los ovnis que, hasta ahora, no han podido esclarecerse del todo: ¿qué son?, ¿de dónde vienen?, ¿son una prueba de la existencia de vida extraterrestre? Y si fuera así, ¿cuáles son sus intenciones? ¿Colonizarnos, acaso? ¿O realizar experimentos con la raza humana como si fuéramos ratones de laboratorio?
Ovnis en Norteamérica
Se dice que Kenneth Arnold, un experimentado aviador que efectuaba un vuelo de reconocimiento por el Monte Rainier, en el estado de Washington, fue el primero en reportar la presencia de unas naves con forma extraña mientras pilotaba su avioneta. El hecho tuvo lugar el 24 de junio de 1947.
Los objetos que Arnold logró divisar no se parecían a los que posteriormente la mayor parte de las personas describirían como “dos ensaladeras unidas por sus bordes”, expresión que terminó por difundirse luego como “platillos voladores”.
Los ovnis que vio Arnold fueron unas especies de alas de tres puntas. Otras cosas llamaron además su atención: los objetos parecían moverse a alta velocidad, sin producir ningún ruido, y se desplazaban por el aire como lo hace una piedra plana cuando se la hace chocar contra la superficie de un estanque.
El piloto calculó en aquél entonces, que los aparatos volaban a una velocidad de 1.600 km por hora y a una altitud de 9.200 pies (2,8 km). Arnold estimó el diámetro de los objetos en unos 30 metros.
A partir del avistamiento de Kenneth Arnold las personas comenzaron a estar más pendientes de lo que sucedía encima de sus cabezas. Por consiguiente, los ovnis fueron detectados cada vez con mayor frecuencia; quizá siempre estuvieron allí y nadie supo darse cuenta.
Curiosamente, muchos años antes del incidente del Monte Rainier, un granjero de Texas llamado John Martin reportó haber visto un objeto en forma de disco a gran altura en el cielo, que volaba a una velocidad que describió como “fantástica”.
Aunque el relato de lo sucedido a Martin el 24 de enero de 1878 apareció en el Denison Daily News, un periódico local, su historia no tuvo mayor repercusión. Es por ello que el avistamiento de Kenneth Arnold se considera el inicio de la ufología, nombre que se le dio al estudio de los platillos voladores u objetos voladores no identificados, ovnis.
¿Qué son y de dónde vienen los ovnis?
Para ser verdaderamente consecuentes con el lenguaje, no es posible decir qué son los ovnis sin antes cambiar el propio nombre “ovnis”, pues esta definición supone que todavía no han sido identificados.
De hecho, la USAF, o Fuerza Aérea de los Estados Unidos, aunque anteriormente (como consta en documentos desclasificados) los llamaba UFOs (ovnis), ahora les ha dado por referirse a ellos con el término de “fenómenos aéreos no identificados”.
El origen de los ovnis ha sido atribuido a diversas fuentes. Al inicio se especuló que tales naves voladoras podrían ser parte de algún proyecto secreto desarrollado por la misma USAF, o quizás no tan secreto.
Existen fotos reales de archivo donde aparecen naves discoidales siendo probadas en instalaciones de las fuerzas armadas norteamericanas. Además, la USAF llegó a construir una aeronave que parece ser un híbrido entre un avión y un disco volador, lo que demuestra el interés que tuvieron en su momento por experimentar con estructuras de esta construcción que fueran capaces de volar.
Los ovnis de Hitler
Otros investigadores alegan que el origen de los ovnis puede atribuirse a los adelantos tecnológicos conseguidos por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
Supuestamente se han hallado algunas imágenes no muy claras, y tampoco confirmadas, de gigantescos ovnis alemanes que estuvieron a punto de estar completamente operativos justo antes de que los Aliados acabaran derrotando a los ejércitos de Hitler.
Al parecer, y esto lo alegan los considerados divulgadores de la existencia de razas extraterrestres, los nazis estuvieron en contacto con seres de otros planetas, de quienes obtuvieron parte de la tecnología necesaria para llevar adelante su proyecto de naves Vril, u ovnis de guerra alemanes.
¿De la misma Tierra?
Las otras dos teorías mayormente difundidas acerca de la naturaleza de los objetos voladores no identificados son quizás las más interesantes. La primera dice que los ovnis son naves de transporte pertenecientes a razas antiguas intraterrenas, es decir, que su hábitat se encuentra en las profundidades del planeta Tierra.
Esta teoría está apoyada por un relato atribuido al explorador norteamericano almirante Richard Byrd, donde cuenta que, en una de sus exploraciones al Polo Sur, encontró áreas verdes, animales y hasta una ciudad iluminada, pero en donde “el Sol no podía verse por ninguna parte”.
En un supuesto diario personal que puede consultarse en línea, Byrd también menciona que, en un momento de su vuelo, unas naves no convencionales le acompañaron, hasta que de alguna manera logró regresar a la realidad que conocía.
Por cierto, volviendo a la segunda teoría sobre el origen de los ovnis, hay quienes afirman que los nazis se establecieron en la Antártida luego de haber huido a Suramérica, y allí establecieron una fortaleza custodiada por naves tipo vril.
No son de este planeta
La cuarta teoría acerca del origen de los ovnis es la opción extraterrestre. Según ella, los platillos voladores provienen de algún lugar ubicado en el espacio exterior, y son producto de la tecnología de una o varias razas alienígenas.
No son pocas las voces que apoyan esta alternativa. Una de ellas es la del exministro de Defensa de Canadá, Paul Hellyer, ahora de 96 años de edad.
Hellyer, quien se ha mostrado partidario de la existencia de los ovnis desde el 2005, ha participado en entrevistas, programas de televisión y hasta en una comparecencia frente a excongresistas de los Estados Unidos en la Audiencia de Ciudadanos sobre la Divulgación del asunto extraterrestre en 2014.
En todas esas presentaciones, el honorable señor Hellyer ha mantenido que: a) los ovnis son reales, b) al menos cuatro razas de alienígenas han estado visitando la Tierra desde miles de años, y c) muchos gobiernos mundiales están al tanto de esta información y la mantienen secreta hasta ahora.
El médico traumatólogo Steven Greer, fundador del Disclosure Project y del Centro para el Estudio de Inteligencia Extraterrestre, también lleva tiempo apoyando esta teoría sobre la proveniencia los ovnis. En el 2013, Greer coprodujo el documental “Sirio”, donde habla sobre los visitantes de otros lugares del espacio y tecnologías de energías limpias que se han ocultado al público.
Búsqueda de vida extraterrestre para distraer
En el otro lado de la moneda, y lamentablemente para sus deudos, el alguna vez idolatrado astrónomo Carl Sagan siempre fustigó a quienes creían en los ovnis. Sagan, recordado por su programa televisivo “Cosmos”, llegó a tratarlos de “fanáticos” y dijo que consideraba a la ufología más bien como una religión.
El error de Sagan quizás estuvo en menospreciar las opiniones y experiencias de aquellos ajenos a los círculos científicos en donde él se desempeñaba. Hoy los ovnis han sido expuestos a la vista de todos. A lo mejor Sagan no pudo (o no quiso) encontrarlos, porque para ver algo que ha estado siempre tan cerca no hacen falta telescopios.
Es la misma tónica que ha seguido desde su creación el Instituto para la Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre, SETI, por sus siglas en inglés. Desde 1985, cuando comenzó operaciones, el SETI ha estado tratando de detectar señales de vida inteligente en el espacio exterior mediante el empleo de radiotelescopios.
Con el fin de hacer que el público participara en la misión del SETI, el instituto lanza el programa “seti@home” (SETI en casa). Mediante el mismo, cualquiera con una computadora personal e Internet podría descargar un software que ayudaría en la interpretación de los datos recogidos por los equipos del proyecto.
Luego de más de 20 años, y millones de dólares gastados, el SETI no fue capaz de hallar absolutamente nada. SETI dejó de funcionar el pasado 31 de marzo, aunque parece que seti@home se sigue ejecutando. O tal vez el SETI fue puesto allí para realizar la misma labor que hizo Sagan, ser un proxy que valide o invalide la existencia de ovnis o extraterrestres, a conveniencia de ciertos intereses.
No se puede negar más
Pero todo esto ya es agua pasada. Los ovnis son ahora oficialmente de dominio público, y lo que pase de ahora en adelante puede llegar a cambiar el mundo tal como lo conocemos. ¿Puede alguien creer, en su sano juicio, que en el Pentágono no saben lo que son?
Con el mayor presupuesto de defensa en el planeta entero y la mejor tecnología que existe, ¿se atreven a decir que no saben de dónde vienen? Y pensar que fue el mismo Pentágono quien en los años 50 lanzó el Proyecto Libro Azul, con el fin de desprestigiar el fenómeno de los ovnis.
Pero hay cosas en la vida que son como bumerangs, y terminan por regresar. Lo más probable es que el Pentágono se vea forzado ahora, en plena “pandemia” por el covid-19, a dar todas las explicaciones que estuvo esquivando por tanto tiempo.
O quizás no. De repente esto no es más que otro acto de ilusionismo de los que suelen echar mano los militares norteamericanos cuando quieren que ignores todo lo demás y mires sólo hacia lo que ellos te quieren mostrar.
¿Qué está sucediendo realmente? ¿Por qué aceptan la existencia de estos videos justo ahora? Cuando el mundo entero busca las respuestas en el cielo, seguramente quienes las tienen se encuentran tan cerca de nosotros que nos sorprendería reconocer su identidad.
Le sugerimos que lea algunos de nuestros otros contenidos:
¿Qué es Ubcoin? Un marketplace para cryptos
OkEx Pool pasa a formar parte de Ethereum 2.0 como un validador de bloques