Las criptomonedas verdes se han convertido en el nuevo tema de conversación en el ecosistema.
Debido a las publicaciones en Twitter de Elon Musk relativas al desperdicio energético que significa Bitcoin, las criptomonedas verdes son ahora consideradas como la panacea que salvará conciencias, y también al planeta.
Pero, ¿cuáles son las criptomonedas verdes? ¿O, en realidad, qué es una criptomoneda “verde”?
Hace poco comentábamos que Bitcoin, a pesar de sus defectos, sigue siendo la moneda digital más importante de todas. Pero eso suele suceder con las versiones pioneras de cualquier cosa. Nos referimos a los “defectos”.
Lo que no es usual, es mantenerse en el lugar número uno luego de ver aparecer competidores que ofrecen características mejoradas. Ahora, se hace difícil encontrar en el universo cripto una moneda, o una cadena de bloques, que no supere a Bitcoin en algún aspecto técnico.
Y aquí es donde el concepto de criptomonedas verdes entra a escena. Se acepta que las criptomonedas verdes son aquellas cuyas redes emplean el protocolo de Prueba de Participación (PoS), o alguna de sus variedades, como mecanismo de consenso.
Incluso, existen algunas monedas digitales que ni siquiera se originan en una cadena de bloques. Solamente por no emplear el consenso por Prueba de Trabajo (PoW), la pesadilla energética de Bitcoin y otras criptos de primera generación, este tipo de criptodivisas clasifican también como criptomonedas verdes.
El tremendo gasto de energía que se emplea en la minería por Prueba de Trabajo le consiguió a Bitcoin sus primeros detractores. Y hasta el día presente. Solo que ahora es un poco distinto.
La red Bitcoin sigue usando PoW como consenso, pero las compañías mineras se han mudado a regiones del mundo donde la electricidad con que operan se deriva principalmente de la energía solar, de granjas eólicas, o es generada por hidroturbinas.
A pesar de ello, Bitcoin no entra en la categoría de criptomonedas verdes, porque sigue consumiendo cantidades exorbitantes de electricidad, aunque la misma venga de energías consideradas limpias.
De acuerdo, veamos algunas criptos que sí son, por lo menos, más “amigables con el ambiente” que Bitcoin. Y, también, son mucho menos conocidas que la criptomoneda reina.
EnergyCoin
La buena noticia acerca de EnergyCoin es que pertenece (o perteneció) a la casta de las criptomonedas verdes.
Y decimos “perteneció”, porque, mirando la pizarra de CoinMarketCap, no se tarda en deducir que esta cripto puede declararse abandonada, al menos extraoficialmente.
Incluso, el mismo sitio web del proyecto parece incompleto. Por ejemplo, el enlace del blog conduce a un callejón vacío. Otros enlaces corren en círculo, es decir, te regresan al sitio desde donde partiste.
EnergyCoin surgió en 2014, como una de tantas alternativas “ecológicas” frente al despilfarro de electricidad de Bitcoin.
Aparte de figurar como una de las criptomonedas verdes del ecosistema, EnergyCoin no ha logrado un éxito mínimo. Su capitalización de mercado sobrepasa apenas los 100 mil dólares.
No es por casualidad que CoinMarketCap la ubica en el puesto 2.219 de su clasificación.
El único intercambio donde aparece listada esta moneda, casi en extinción, es Crex24. EnergyCoin es un ejemplo palpable de la poca atención que recibían las criptomonedas verdes hace algunos años.
Safe Energy
En el extremo opuesto de las criptomonedas verdes, encontramos a Safe Energy. Esta cripto es sumamente reciente, pues salió a la luz apenas el día 8 de junio.
Safe Energy, que lleva el ticker ENERGYX, también es de esas criptomonedas que cuestan centavos, y ha corrido con mucha mejor suerte, hasta los momentos, que EnergyCoin.
Su cotización arrancó casi en el cero absoluto, pero en los pocos días de vida que tiene, su gráfica muestra un desempeño positivo. Claro, todavía está muy lejos del santo grial de las monedas extremadamente baratas, que es llegar a cotizarse por un dólar.
La capitalización de mercado de la recién nacida Safe Energy alcanza los USD 11.276.029, nada mal para ser una de las nuevas monedas en el vecindario cripto. El proyecto persigue apoyar el consumo de energías limpias o renovables.
Para que tengamos una idea de lo que traga en electricidad la minería de Bitcoin, el sitio web del proyecto nos brinda algunas comparaciones.
En relación con lo que usan algunos países, por ejemplo, los mineros de BTC engullen lo mismo que Suecia en un año. Esto es el equivalente por diez al gasto eléctrico anual de Eslovenia.
SolarCoin
SolarCoin se dio a conocer el mismo año en que EnergyCoin, en el 2014. Y, tal como EnergyCoin, la moneda no ha contado con todo el apoyo que sus promotores hubieran querido disfrutar.
En algún momento (2018), la capitalización de mercado de SolarCoin (SLR) estuvo en unos 13 millones y medio de dólares. Actualmente, CoinMarketCap indica que la cifra se ha reducido hasta los 267.609 dólares.
La idea del proyecto fue otorgar tokens SLR a los propietarios de paneles solares. Por cada megavatio generado por sus instalaciones, SolarCoin entregaría un token SLR.
Quienes no tuvieran paneles solares en sus hogares, podrían acceder a los tokens negociándolos en intercambios. De nuevo, el uso y promoción de energías renovables no parece estar en consonancia con el criptoespacio.
Al presente, una sola plataforma parece mantener a SLR en su lista, Lykke Exchange. Allí, SolarCoin se transa contra el euro, el dólar, el franco suizo y Bitcoin. Para cada par, el volumen de negociación en las pasadas 24 horas fue de, exactamente, cero dólares.
Ciertamente, SolarCoin se perfilaba como una de las mejor concebidas criptomonedas verdes.
Pero es evidente que, ante las potenciales ganancias que pueda dejar la especulación en las bolsas de otras criptos, un token hecho para salvar al planeta no ofrece mayor atractivo.
El mejor precio que alcanzó SLR fue de USD 2,35, el 12 de enero de 2018. Desde el 21 de abril de este año, la promesa solar de las criptomonedas verdes entró en una especie de coma.
Su cotización se congeló alrededor de los USD 0,0040. Y así permanece hasta la fecha.
Criptomonedas verdes, ingresos en «verdes»
Quizá muchos podrán estar de acuerdo en esto. Las criptomonedas verdes no sólo son aquellas que minimizan el gasto de electricidad, al emplear protocolos como la Prueba de Participación en sus redes.
Esa es ya una contribución importante, pero, además, las criptomonedas verdes deberían existir para apoyar una causa que realmente tenga que ver con la conservación de los recursos naturales, o la promoción y uso de las energías limpias en el mundo.
¿Se puede ganar dinero con las criptomonedas verdes? Por supuesto. Si la red arma su consenso con PoS, el staking es uno de sus principales atractivos y elementos esenciales para asegurar la blockchain.
Monedas digitales con las que recibir ingresos gracias al staking hay montones. Te invitamos a revisar nuestro post “Staking: estas son las 5 criptos preferidas para las ganancias pasivas”.
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