No se puede negar, la industria de la criptografía es conocida por sus excéntricos individuos, declaraciones y nuevas empresas. De esta manera se cree que Bitcoin puede llegar a los 333.000 dólares para el 2023.
Al final, estas predicciones pueden ser una búsqueda de titulares, pero hay una serie de catalizadores que podrían llevar a BTC más allá de los niveles de precios actuales.
No obstante, recientemente un destacado analista de criptomonedas de nombre Filb Filb, decidió mostrar en twitter unas gráficas un poco extravagantes para el mundo de las criptomonedas.
«This time it will be Different» $btc pic.twitter.com/godjk3P2pw
— fil₿fil₿ (@filbfilb) 27 de diciembre de 2018
El gráfico, que destacó la historia completa de Bitcoin como un activo líquido, acentuó los ciclos multianuales del activo, que fueron creados por el ciclo de emisión (reducción a la mitad) de Bitcoin.
En dicha gráfica, Filb Filb observó que Bitcoin podría llegar a un mínimo de entre $ 2.500 y $ 3.100 para el próximo año, predicción que de hecho concuerda con la de otros analistas expertos en el tema de Bitcoin.
Cuando analizamos con detalle el gráfico, y si las cartas se juegan correctamente en el cripto espacio, una vez que se produzca el halving de Bitcoin en unos 500 días, su precio podría comenzar su aproximación más allá de los $ 10.000.
Como lo presume Filb, si el ejercicio histórico del activo es un indicio entonces se puede vislumbrar que Bitcoin podría llegar hasta los $ 323 mil dólares para el 2023, una vez que los efectos del halving afecten la oferta y demanda de los mercados de las criptomonedas.
Cabe señalar que el efecto del halving, en resumen se puede definir como una reducción a la mitad de las recompensas obtenidas en Bitcoin por el trabajo de minería realizado después de cada 210.000 bloques. En un principio al empezar la minería, la recompensa por cada bloque minado era de 50 Bitcoins cada 10 minutos y actualmente después de los dos últimos cortes la recompensa es de 12.5 BTC.
De hecho esto tiene un efecto muy importante ya que el Halving de Bitcoin ayuda a asegurar un tiempo más prolongado de la actividad minera en Bitcoin, sin mencionar que además contribuye a la criptomoneda a mantener aumentos de precios sostenidos a lo largo del tiempo.
Trace Mayer, uno de los primeros Bitcoiners y un defensor anti-establishment, recientemente explicó su opinión personal sobre la propuesta de valor de Bitcoin, específicamente desde un punto de vista a largo plazo. Thehard, quien comenzó a abogar públicamente por las criptomonedas en 2011, le dijo a The Crypto Sphere que a medida que ocurra la financiarización de Bitcoin, BTC se convertirá en un «gran jugador» en el escenario mundial.
Mayer explicó que con el advenimiento de Lightning Network y otros protocolos innovadores, junto con la eventual afluencia de Wall Streeters, BTC se convertirá en la inversión de facto para cualquier consumidor inteligente.
Este no fue el único catalizador alcista que el apóstol del «dinero duro» promocionó, y le dijo a su entrevistador que «simplemente no hay suficiente [criptografía]», afirmando que solo hay 0.17 BTC para cada consumidor activo en este mercado. Y a medida que las economías globales comienzan a hundirse al inflar las cifras de la deuda mundial, más consumidores continuarán acudiendo a las criptomonedas en masa.
Indica Mayer que existe un punto crucial en sus pronósticos, en la cual también han coincidido otras personalidades como Tim Draper y John McAfee, como lo es la teoría de la hiperbitcoinización promovida por el cambio psicológico de los grandes inversores hacia los mercados de la criptografía, obligados en cierta medida a resguardarse en este mercado por la hiperinflación de la economía global y el decrecimiento mundial.
Sin embargo, sigue habiendo una serie de obstáculos en el camino de Bitcoin, a saber, la escalabilidad y la falta de infraestructura adecuada.
En conclusión, nos queda esperar si Bitcoin resuelve sus problemas de congestión y volatilidad, la cual le permita finalmente ser utilizada como medio de pago y en cierta forma de resguardo a un valor, con el ingreso de mercados futuros, los cuales podrían estar regulados y que permitan la inversión segura, sin el riesgo de altas volatilidades.
