Los CryptoPunks convulsionaron hace poco las cosas en el ecosistema de las criptomonedas.
Para ser más precisos, no solo han sido los CryptoPunks, sino que los ahora conocidos tokens no fungibles se siguen robaron la cripto escena durante el primer semestre de este año.
El hype se disparó cuando una de las obras tokenizadas de Beeple fue vendida por más de 69 millones de dólares en Christie’s.
Según la famosísima casa de subastas, el monto alcanzado por el NFT “Los primeros 5000 días” convirtió a Mike Winkelmann, nombre real de Beeple, en uno de los tres artistas vivos mejor cotizados del planeta.
Hasta el momento, ninguno de los CryptoPunks ha logrado llegar, ni de lejos, a valorarse en semejante cantidad. El ahora propietario de “Los primeros 5000 días” de Beeple desembolsó exactamente USD 69.346.250.
Pero van en camino. En días recientes, uno de los más raros CryptoPunks encontró nuevo dueño gracias a Sotheby’s. Shalom Meckenzie, el multimillonario que se lo adjudicó, pagó unos 11,7 millones de dólares por el NFT CryptoPunk #7523.
CryptoPunks en Miami
Últimamente, la soleada ciudad de Miami no ha dejado de estar en el centro del universo cripto. Hace unas cuantas semanas, allí se reunieron los entusiastas de las criptomonedas para la Bitcoin Conference 2021.
Luego cubrimos el lanzamiento del Hotel y Residencias E11even, un proyecto de apartamentos de lujo, muy cercano al downtown de Miami. Sus promotores, ligados al club nocturno E11EVEN, aceptan reservas en criptomonedas.
La respuesta de los seguidores de las criptomonedas ha sido genial, pues la mayoría de estos súper apartamentos ya están vendidos.
Ahora, con los CryptoPunks, es el turno de los NFT, los tokens no fungibles. Una tendencia que fue furor a principios de año, y que sus seguidores quieren continuar.
En cuanto a dejarse ver por los amantes de la creatividad, definitivamente los CryptoPunks han dejado atrás a los NFT de Beeple.
Gracias a la generosidad de uno de sus mecenas, el Instituto de Arte Contemporáneo de Miami tendrá el privilegio de exhibir uno de estos peculiares y pixelados tokens no fungibles.
El CryptoPunk #5293 estará a la vista de todos los visitantes del ICA este verano. El NFT 5293 pertenece a la serie “Alien” de CryptoPunks, un grupo de nueve tokens no fungibles sumamente cotizados por los coleccionistas.
Uno de tales coleccionistas es Eduardo Burillo, mismo que ha donado el CryptoPunk #5293 al ICA de Miami. Burillo es un muy exitoso emprendedor mexicano, que estuvo residenciado en Nueva York hasta que decidió establecerse en el sur de la Florida.
En Nueva York, el empresario es dueño, junto a otros socios, de la galería Judith Charles. En Wynwood, Miami, abrió el Blueshift Project, un espacio también dedicado al arte.
El IAC de Miami no reveló el costo de la obra, que perteneció a la colección privada de Burillo. Lo que sí afirma, es que esta es la primera exposición de arte NFT en un museo de su categoría.
De cero a millones
En la superficie, los CryptoPunks parecieran no tener nada que ver con Bitcoin. La mayoría de los NFT se ejecutan en la blockchain de Ethereum, o en cadenas de bloques compatibles.
Debido a eso, los NFT puestos a la venta en mercados como OpenSea están cotizados en Ether.
Bitcoin también cuenta con artistas que lo toman de inspiración para sus obras Y los precios que consiguen suelen estar en un rango parecido a los que se pagan por nuestros amigos pixelados.
Por ejemplo, en el 2020, la pieza “Bloque 21” de Robert Alice se colocó por siete veces su valor estimado. Comprada por USD 131.250, Bloque 21 contiene retazos del programa fuente con el que funciona Bitcoin.
Pero en donde más se parecen Bitcoin y los CryptoPunks es en su origen. En sus inicios, el valor de ambos era cero.
Así como las monedas génesis de BTC costaban prácticamente nada, los primeros CryptoPunks en salir eran completamente gratis. Pero eso fue en el Big Bang de los NFT.
Si lo vemos con este prisma, entonces los NFT de Beeple han roto la supremacía de Bitcoin en cuanto a precio en el mundo cripto.
Un BTC se encuentra ahora alrededor de los USD 32.700. ¿Una obra de Beeple?, pues, eso lo dirá la próxima subasta de Christie’s.
