El presidente de los Estados Unidos ha colocado los ataques ransomware en el mismo nivel de alerta que el terrorismo y se tratará como un problema de seguridad nacional. La noticia llega después de que se recuperasen millones de dólares en BTC, que se utilizaron para rescatar a Colonial Pipeline
La parte más alta del gobierno de los Estados Unidos ha decidido plantarle cara a los ataques de criptohacking y frenar la ola de ataques que se estaban viendo en el país. El actual presidente Joe Biden se encuentra en una concentración en el extranjero para tomar medidas a nivel mundial en contra de los ataques ransomware. A dicha concentración también han acudido los representantes de G7 así como el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
Biden afirma que los ataques ransomware se tratarán de igual forma que un ataque terrorista que atenta contra la normalidad del país. Los ataques serán intervenidos como un problema de seguridad nacional y para ello se ha creado el Grupo de Trabajo de Extorsión Digital y Ransomware del Departamento de Justicia. Un colectivo especializado en desarticular ataques de criptohacking, estafas digitales y otros campos.
Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, dijo lo siguiente acerca de los ataques ransomware.
«El ransomware es una prioridad de seguridad nacional, particularmente en lo que se refiere a los ataques de ransomware en la infraestructura crítica en los Estados Unidos.»
El logro más reciente del nuevo Grupo de Trabajo de Extorsión Digital en colaboración con el FBI ha sido recuperar parte del rescate pagado por Colonial Pipeline. A principios del mes de mayo un ataque ransomware afectó a los sistema de un oleoducto en la costa este del país, dejándolo inoperativo. La administración del mismo contactó con los hackers y acordaron pagar 4,4 millones de dólares como rescate para recuperar el control sobre la instalación.
Ahora se ha presentado una orden judicial en el Tribunal de Distrito Norte de California afirmando que las fuerzas del orden han incautado 63,7 BTC, 2,3 millones de dólares, que pertenecerían al pago por parte de Colonial Pipeline. El Departamento de Justicia ha confirmado la obtención del alijo de una cartera que únicamente fue usada una vez el 28 de mayo.
Lisa Monaco, fiscal general adjunta de los Estados Unidos dijo lo siguiente, con respecto a la intervención de los fondos requisados.
«El uso sofisticado de la tecnología para mantener empresas e incluso ciudades enteras como rehenes con fines de lucro es un desafío del siglo XXI. Pero el viejo recurso de seguir el dinero todavía se aplica en la actualidad«.
Se sospecha que el conocido grupo de hackers DarkSide son los autores detrás del ataque al oleoducto. Compuesto por integrantes de diferentes nacionalidades, el grupo se dedica a la extorsión y bloqueo de capital a través del ransomware y otros ataques. Recientemente el grupo de hackers ruso REvil también atacó una compañía que trabaja con productos cárnicos en otra parte del país.
Los ataques realizados por DarkSide en los Estados Unidos han costado más de 90 millones de dólares a las víctimas. Esta cantidad no refleja las pérdidas que han sufrido los clientes de las mismas debido a retrasos o interrupción del servicio. Es por esto que a partir de ahora este tipo de ataques se han convertido en un problema político al cual darán mucha más prioridad.
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