Ripple parece estar utilizando sus ultimas bazas en contra de la demandan impuesta por la SEC. Brad Garlinghouse ha presentado un carta para tratar de que el organismo regulador desestime los cargos ante su persona.
Parece que Ripple se está quedando sin opciones ante la Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos y su demanda en contra de la compañía. El CEO de Ripple, Brad Garlinghouse y el cofundador Chris Larsen presentaron dos cartas ante la comisión con el objetivo de desestimar sus respectivos cargos en la demanda.
Como CEO y cofundador ambos los dos son altos puestos en la compañía y los principales cargos de la demanda recaen contra ellos. Con sus respectivas cartas, tanto el CEO como el cofundador tratan de desentenderse de sus cargos basándose en las mociones pendientes de desestimar, que se exponen en la respuesta de la demanda por parte de Ripple. Todavía no se han aceptado dichas mociones por lo que ambas cartas podrían estarse precipitando o ser una acción a la desesperada.
Las respuestas de ambos los altos cargos únicamente buscan limpiar los cargos que se les han imputado en su nombre. La demanda, en general, en contra de Ripple y XRP seguiría vigente dejando de lado a Garlinghouse y Larsen. En la carta del CEO, se presenta la situación como una extralimitación regulatoria de los poderes de la SEC. «Este caso representa una extralimitación regulatoria, simple y llanamente«.
La SEC presentó su demanda en contra de Ripple el pasado mes de diciembre alegando una violación de las leyes de valores del país. Según el regulador, la compañía habría realizado una venta de volares no registrados a través de XRP.
Ripple respondió a la demanda a principios del mes de enero tras lanzar un comunicado para sus usuarios. En la nota, Ripple describía su situación como un intento de la SEC por derribar la industria de las criptomonedas. El regulador lleva años tratando de poner freno a la industria de los activos digitales a través de demandas y sanciones.
Desde que la demanda se hizo pública Ripple ha sufrido las consecuencias. El valor de XRP cayó hasta los 0,18 dólares en su pico más bajo, momento en el que el activo perdió el puesto numero 4 en cuanto a activos con mayor capitalización. XRP también fue suspendido de algunos exchanges a la vez que los propios inversores decidieron emprender acciones legales en contra del activo y la compañía.
Las cartas por parte de Garlinghouse y Larsen parecen la última baza para la compañía. En caso de que la SEC mantenga los cargos en contra de los altos cargos, todo apunta a que la demanda seguirá su curos. Un curso que podría finalizar en desembolsos millonarios para la compañía y años de prisión.
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