El Banco de Japón ha confirmado que comenzarán a probar su propio CBDC a principios del año 2021. Esta información se ha conocido a través de un comunicado del BPI.
En enero de este mismo año se fundó el Banco de Pagos Internacionales (BPI). Este es un grupo formado por loas instituciones bancarias centrales de Japón, Canadá, Reino Unido, Suecia, Suiza, el Banco Central Europeo y la Reserva Federal de los Estados Unidos. Todos juntos forman una organización internacional financiera con sede en Basilea con el objetivo de facilitar la colaboración entre las distintas instituciones bancarias internacionales. También es conocido como el «banco de los bancos centrales», ya que también hace la función de banco para estos.
El 9 de octubre, el BPI en conjunto con otras 7 instituciones bancarias centrales de fuera del grupo, lanzó su primer informe acerca de las monedas digitales del banco central (CBDC). La información publicada se centraba en la descripción de «los principios fundamentales comunes y las características centrales de una CBDC«.
En estos principios aclaran las diferentes pautas a seguir para poder publicar un CBDC con seguridad. Se hace especial hincapié en que antes de lanzar la moneda, se debe de estar totalmente seguro de que la emisión no comprometerá la moneda local. El CBDC tendrá que poder coexistir de la mejor manera con las distintas formas de dinero de cada región.
La descripción de un CDBD no es nada nuevo para todo el que lleve prestándoles atención durante todo este año, sin embargo, junto con este boletín también se han revelado novedades por parte del Banco de Japón (BoJ). La institución asiática publicaron un documento a mayores redactando su propia interpretación de los CBDC, desde un punto de aplicación en su propio país.
El BoJ ha destacado que una de las principales aplicaciones de su CBDC en el país sería ofrecer una infraestructura resistente a catástrofes naturales. Debido a la posición geográfica de Japón, estos son propensos a sufrir catástrofes naturales como terremotos, tsunamis o tifones. Cuando suceden estos eventos, suelen dejar fuera de servicio el sistema eléctrico, o provocar fallos. Esto influye en los métodos de pago tradicionales dejándolos inoperativos.
Se entiende que el BoJ pretende utilizar la tecnología desarrollada para abordar los posibles fallos electrónicos que ofrecen cadenas como la de Bitcoin o Ethereum. Estos métodos se rigen por un sistema de redes de malla creada a raíz de trasmisores de radio de largo alcance y una red Blockstream por satélite. Sin embargo esta supuesto no se ha confirmado.
Las primeras pruebas para el CBDC de Japón comenzarán a principios del 2021. Para estas pruebas será necesario desarrollar un entorno viable «sandbox» y en este experimentar las funciones del CBDC como instrumento de pago.
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