La criptomoneda DigiByte pertenece a ese grupo que ha podido atravesar con gracia el pasar de los años.
Desde 2014, cuando se dio a conocer, DigiByte ha sabido mantenerse como una opción más en el universo de las monedas alternativas, e incluso adelantar a otras que parecían mejor establecidas.
El auge reciente de DigiByte ha sido tanto impresionante como inesperado. En las últimas semanas, la capitalización de este activo digital experimentó un aumento del 929%, que lo ha llevado hasta el nivel 37 de la clasificación del agregador de datos CoinMarketCap.
¿Cómo se explica un crecimiento de esta naturaleza en los tiempos que corren? Además, el creador de DigiByte, Jared Tate, se hizo a un lado súbitamente, sin razón aparente. Entonces, ¿qué es lo que está sucediendo en DigiByte?
La estructura funcional de DigiByte la habilita para acometer diversas funciones, y no solamente la transferencia de valor a bajo costo. Su red también puede realizar hasta 560 transacciones por segundo, una capacidad bastante alta, si la comparamos con las 7 que procesa Bitcoin.
Aunque las propiedades de DigiByte parezcan especiales, no lo son. En el competitivo mundo de las criptomonedas existen muchas que se promocionan con atributos similares o mayores. Lo que separa a DigiByte de las demás es que, hasta ahora, la criptomoneda cumple con lo que promete.
Su equipo de desarrolladores se ha mantenido pendiente de incorporar mejoras al proyecto de manera constante. Por ejemplo, cuando apareció la tecnología de Testigo Segregado (SegWit), DigiByte fue una de las primeras criptos en implementarla.
Algo que hace destacar a DigiByte entre la multitud de monedas existentes es su minería de Prueba de Trabajo distribuida en varios algoritmos. Como muchos saben, es posible extraer DGB empleando Groestl, Scrypt, SHA256, Skein y Qubit.
Esta característica constituye, por sí misma, una fortaleza para la blockchain de DigiByte, que la hace menos propensa a sufrir ataques centralizados.
La compañía ha cuidado el proyecto con celo, sabiendo elegir el momento adecuado para hacer notables aportes de valor.
Es así como, a propósito de la emergencia mundial por el nuevo coronavirus, la Fundación de Software DigiByte en los Países Bajos acaba de desarrollar una aplicación que permitirá chequear las interacciones de personas diagnosticadas con covid-19.
La app se presentó junto a otros candidatos ante el gobierno holandés, que busca una forma de controlar el contagio de coronavirus. La iniciativa ha causado preocupaciones en cuanto a la privacidad y el manejo de datos.
Luego de una evaluación inicial, el Ministerio de Salud declaró que ninguna de las siete apps propuestas había logrado superar las pruebas oficiales. Con DigiByte, se encuentran participando firmas como Accenture, ITO, Cap Gemini, Sia Partners, Deus y DDT.
La aplicación de DigiByte recibió bastante atención, quizá por estar ligada a un sector innovador, como es el de las cadenas de bloques y las monedas virtuales.
Al tiempo, Burency, una plataforma que promueve la tecnología blockchain y las criptomonedas en el Medio Oriente, llevó a cabo una sesión “Pregúntame lo que Quieras”, que dio bastante visibilidad a DigiByte entre su comunidad.
Los trinos en Twitter acerca de la moneda se multiplicaron en mayo, siendo una de las criptos más comentadas en dicha plataforma.
El cofundador de la Fundación DigiByte, Rudy Bouwman, quien además es su vicepresidente, comentó en un portal web de monedas digitales acerca del interés causado por la DGB en fechas recientes:
“Cuando entramos en contacto por primera vez con DigiByte, la mayoría tenemos una especie de sensación de asombro. Nos encontramos con un proyecto genuinamente libre, que responde enteramente a una comunidad y no a inversores.
DigiByte es transparente, íntegro, sin cosas como monedas preminadas, ni trucos parecidos. Somos un conjunto de soñadores, con una misma pasión por la innovación. Eso es lo que nos mueve”, dijo.
Según Bouwman, parte del éxito de DigiByte se debe a las alianzas tempranas que se produjeron con iniciativas distintas a las criptomonedas. Tales son los casos de Antum y V-ID.
Si todo va tan bien, ¿a qué se debió entonces la sorpresiva salida de Jared Tate?
Una respuesta corta sería “conciencia de propósito”: Tate no quiso continuar siendo un testigo mudo de cómo el espacio blockchain se va contaminando cada vez más por la avaricia de muchos actores.
En lo que podría considerarse una despedida accidentada, el pasado 15 de mayo Tate empleó diez tuits para comunicar su separación, por ahora, del proyecto que ayudó a forjar durante 8 largos años.
Entre otras cosas, criticó duramente a quienes, sacando jugosos beneficios de DigiByte, han sido incapaces de apoyar al crecimiento del proyecto, o al del ecosistema. En palabras más amables, los dibujó como unas sanguijuelas que sólo “toman, toman, y toman”.
Según Tate, los valores originales de la industria “han desaparecido”. La idea predominante en el medio es hacerse rico rápidamente, vendiendo un puñado de criptomonedas tan pronto suban de precio en los mercados. “Y eso no es de lo que se trata blockchain”, dijo.
¿Cuándo volverá Tate a tomar las riendas de DigiByte? Por lo pronto, dejó el volante en manos de la comunidad. Mientras, se dedicará a usar la tecnología de DGB para desarrollar aplicaciones comerciales.
Para evitar tener que responder, posiblemente, miles de preguntas de sus seguidores, también abandonará las redes sociales desde este verano.
