Para la mayoría de las personas Japón sigue siendo un país lejano. A pesar de los avances en la transportación, llegar hasta allí todavía no es “pan comido” precisamente.
Con todo, conocer Japón se encuentra entre los puntos pendientes de cualquier viajero que se respete. Para los más afortunados, visitar la tierra de los samuráis y las geishas es un gusto que pueden darse con cierta frecuencia.
De Japón se decía antes lo que ahora suele decirse de Dubái: que era un sitio donde se vivía el futuro adelantado. Y todavía es así. Es costumbre que las innovaciones tecnológicas comerciales salgan al mercado primero en Japón que en cualquier otra parte del mundo.
Las criptomonedas no son la excepción. No en balde el padre de toda esta revolución digital escogió llamarse “Satoshi Nakamoto”. Aunque los años han pasado, y se desconoce aún su verdadera identidad, su vínculo consanguíneo con Japón ya es parte de la historia cripto.
Japón va por su CBDC
Es del conocimiento general que el mundo de las criptomonedas no termina de “cuajar”. Siendo la volatilidad marca registrada de las monedas digitales, tampoco es de extrañar que esto suceda.
Los golpes que ha recibido la criptoesfera en los últimos tiempos han sido duros. No estamos hablando de ataques perpetrados por piratas informáticos, no. Nos referimos a casos como el de Terra y, más recientemente, lo sucedido con la bolsa cripto FTX.
Definitivamente, la confianza en el sector cripto sigue sangrando, y algunos apuestan a que la industria no llegará más lejos. Para muestra, Localbitcoin, la firma líder del intercambio P2P para monedas digitales, acaba de anunciar el cierre de operaciones luego de 10 años en el mercado.
En la sabiduría china, lo que para unos es desgracia para otros puede significar fortuna. Quizá, aprovechando la mala racha cripto, el Banco de Japón recién anunció el piloto de su CBDC, o moneda digital de banco central.
Casi listo el yen digital
La voz se dio a conocer durante la quinta reunión de la Comisión de Coordinación y Enlace sobre las CBDC del Banco de Japón, que tuvo lugar hace poco.
El máximo ejecutivo de la entidad financiera, Sr. Shinichi, indicó que el programa piloto para la CBDC nipona comenzaría el próximo mes de abril. Según Shinichi, los hallazgos de las fases previas (prueba de concepto) han sido lo suficientemente alentadores.
Basados en tales resultados, el banco considera apropiado entonces desplegar un programa piloto. En el mismo se experimentarán supuestos no contemplados durante la prueba de concepto, además de integrar el know-how de la empresa privada involucrada.
El programa piloto a ejecutar por el Banco de Japón para su yen digital será sumamente ambicioso. La principal casa bancaría del país parece no querer dejar detalle por fuera. Shinichi anunció también la creación de un Foro CBDC, donde participarán todos los actores involucrados en caso de una supuesta definitiva implementación de la moneda digital oficial.
¿Japón sin efectivo?
La Tierra del Sol Naciente es, sin la menor duda, un país de contrastes. En ella conviven armoniosamente tradiciones milenarias y los avances tecnológicos más asombrosos. El japonés puede emplear a conveniencia Bitcoin, Monacoin y alguna que otra cripto, pero para muchos de ellos el efectivo sigue siendo rey.
Para este año, el gobierno japonés tiene previsto impulsar un programa de pagos sin efectivo en la empresa privada. Los pagos de salarios de harían mediante una app para teléfonos inteligentes, sin necesidad de poseer una cuenta bancaria.
En principio se buscaría atender al sector privado que contrata personal extranjero. La burocracia nipona hace sumamente difícil abrir una cuenta bancaria a los no nacionales, y la iniciativa facilitará mucho la integración de personal especializado foráneo en la industria nacional.
Pero la visión gubernamental es la de priorizar el uso de los medios de pago digitales, relegando cada vez más el empleo del efectivo en el devenir cotidiano.
Tomando en cuenta el aprecio que tiene los japones por su moneda física, el Banco de Japón deberá echar mano de estrategias muy persuasivas para lograr este propósito.
Además, el consumidor japonés está claro en cuanto a las ventajas que supone el uso de efectivo para cubrir sus gastos corrientes. Según Statista, porcentajes elevados de residentes desconfían de medios de pago como las tarjetas de crédito.
Esto por el riesgo a la pérdida de datos personales financieros que lleva implícito el uso de opciones electrónicas. Con el efectivo dicho riesgo es casi nulo, afirmaron. Por otra parte, el emplear dinero en efectivo los ayuda a estar más conscientes de cuánto gastan y así manejar mejor su economía.
