Aunque lo parezca, Copernic Space no es el nombre de una nave sacada de una película de ciencia ficción.
Así como SpaceX, la firma de vehículos espaciales que preside Elon Musk, Copernic Space se desenvuelve en la misma área, o, digamos que se acerca bastante.
Desde hace tiempo, la empresa privada lleva puesta su mirada en el sector espacial, por una razón primordial. En el espacio exterior existen recursos que les pueden reportar montañas de ingresos aquí en la Tierra.
Es por ello que el sector ha visto crecer el número de compañías enfocadas hacia la exploración y explotación de nuestros alrededores estelares.
Algunas de ellas se centrarán en llevar equipos y personal hacia destinos fuera del planeta. Es decir, su fuerte será el desarrollo del transporte espacial. Otras se encargarán de ofrecer servicios relacionados a actividades en el espacio.
En eso anda, por ejemplo, Virgin Galactic, que ofrecerá vuelos suborbitales tripulados con fines científicos. Esta filial de Virgin Group también pondrá en órbita a satélites ligeros como parte de sus operaciones.
Por decirlo de alguna forma, Copernic Space se ha ubicado entre las aguas de la tecnología de cadenas de bloques y los viajes al espacio.
En ocasiones, ciertas iniciativas de blockchain hablan de “democratizar” tal o cual cosa. Lo cual podemos entender por permitir el acceso de más personas a ciertos adelantos, servicios o productos.
Y Copernic Space busca aplicar este mantra sobre un activo muy, pero que muy cotizado. Además, es algo que todavía se encuentra al alcance de muy pocos. Nos referimos al volumen de carga espacial.
El volumen de carga espacial son los centímetros cúbicos del que dispone un vehículo que viaja al espacio exterior para llevar carga de terceras partes. Es sumamente escaso, y, por lo tanto, costoso.
¿Cómo piensa hacer esto Copernic Space? Pues, dado que ellos no disponen de transporte propio hacia las estrellas, la firma trabajará junto a Lunar Outpost.
Lunar Outpost sí cuenta con vehículo que planea poner sobre nuestra Luna muy pronto.
Denominado M1 MAPP Lunar Rover, es un explorador robótico de apariencia similar al que nos ha mostrado varias veces la NASA.
Entonces, Copernic Space será quien venda tokens no fungibles para optar por poner carga en el M1 MAPP de Lunar Outpost. Es aquí donde el asunto de “democratizar” vuelve a encontrarnos de frente.
Como dijimos, el volumen de carga es un activo súper costoso. Y para llevar sólo 100gr de carga hasta la Luna habrá que desembolsar 425.000 dólares, ni más, ni menos. Un precio que popular no tiene nada.
Pero por algo se empieza, dice el dicho. Respondiendo a comentarios relativos a este particular, un portavoz de Copernic Space sugirió que también contemplan aplicar un esquema de costos fraccionado.
Fraccionado significa que la compañía permitiría la compra de volumen de carga espacial por debajo de los 100gr. Lo cual acercaría de verdad el uso del activo a más gente.
¿Quién de nosotros desea poner algo en la Luna? No muchos, por supuesto. Pero seguramente habrá algún proyecto por ahí, de bajo presupuesto, al que le gustaría disponer de dicha opción.
Pero ofrecer esquemas de NTFs fraccionados tiene sus detalles. En marzo, Hester Pierce, de la Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos, advirtió que tal práctica puede llegar a constituir una violación de la ley.
El lanzamiento del rover lunar de Lunar Outpost está pautado para finales del año 2022. La misión estará encaminada a explorar el polo sur de nuestro satélite natural.
