Bitsneaks hará con los zapatos deportivos lo que hizo Axie Infinity con los juegos NFT. Es decir, estamos a punto de presenciar el comienzo de otra locura similar.
En un mundo donde mucha gente se desvive por llamar la atención, los Bitsneaks han abierto la puerta de los carteles humanos. Sólo que, por ahora, la estrella del cartel será Bitcoin.
Sí, Bitcoin y el dueño de los pies envueltos en estas zapatillas mágicas que darán en tiempo real el precio de la principal criptomoneda.
Bitsneaks, caminando con BTC
Al parecer, la idea de mostrar el valor actual de Bitcoin en unos zapatos deportivos surgió de Sergej Kotliar. Kotliar es el mandamás de Bitrefill.
Y si no tienes idea de Bitrefill, diremos que allí puedes recargar saldos para móviles, o comprar tarjetas de regalos para cientos de productos, hasta monedas para videojuegos.
Lo bueno es que podemos pagar con dinero tradicional, o con Dogecoin, USDT, Dash, Ether, BTC y Litecoin.
Bien, hace meses que este sujeto Kotliar ya veía cómo serían los Bitsneaks muy claro en su mente. Faltaba ahora encontrar colaboradores que lo ayudaran a materializar el proyecto.
La Providencia hizo que se topara con TNSID, un colectivo de artistas escandinavos dedicados a crear piezas verdaderamente originales.
Una buena señal, pues para hacer realidad los Bitsneaks el CEO de Bitrefill buscaba a alguien que, como él, pensara que “no todo tiene que ser como siempre ha sido”.
Así, las zapatillas Bitsneaks serían algo único, tanto en el mundo de las criptomonedas como en el de los artículos deportivos.
Estrella NBA
Pero faltaba un ingrediente más para que la fórmula funcionara. Si hablaban de un producto deportivo, lo más natural sería reclutar para el proyecto a algún atleta famoso, que, además, también sintiera pasión por las criptomonedas.
Entonces sonó el “!shackaboom!” en la cabeza de Sergej Kotliar. Conversarían entonces con el jugador de baloncesto Spencer Dinwiddie.
Aparte de formar parte de los Mavericks de Dallas, Dinwiddie es un entusiasta a carta cabal de las criptos. Sus 1,98 m de estatura están hechos para dos cosas: hacer ganara su equipo y apoyar la adopción mundial de las criptomonedas.
Él mismo ha declarado su interés de convertirse en un líder “revolucionario y transformador” dentro del ecosistema. Participar en el desarrollo de Bitsneaks no fue algo inesperado, sino anhelado por esta estrella de la NBA.
Cómo se hizo
Ningún genio da a conocer sus secretos, y tampoco los chicos de TNSID. Pero sí dejaron ver que la construcción de los Bitsneaks se hizo desde cero.
En cuanto a los materiales, se decantaron por lo usual que encontramos en las zapatillas, cuero auténtico y poliéster.
Pero la tecnología empleada fue otra cosa. El panel donde cada Bitsneaks muestra la cotización de Bitcoin es una parte completamente artesanal.
Es una pantalla de matriz flexible, con potencia de 825 lúmenes. Ha sido diseñada con un toque sumamente “bullish”: cuando Bitcoin llegue a venderse en USD 1.000.000 las luces cambiarán a color violeta.
Los pares se harán exclusivamente en color negro, a excepción de la suela. Es en la suela donde reposa el cerebro de los Bitsneaks.
El equipo de TNSID practicó una autopsia en esta parte del zapato, para introducir los circuitos que manejan la pantalla y los datos de telefonía celular.
Es de esa forma en que se podrá recibir los datos de trading que se desplegarán a los lados. La conexión será totalmente gratuita en 154 países.
Bitsneaks trae también su propia aplicación, desde la que se pueden configurar las zapatillas. La caja donde vienen estos sneakers contiene un display y un nodo para minar BTC.
Pocos los elegidos
Las supertontas, pero divertidas zapatillas (así las llaman sus propios creadores) se venderán a un precio inicial de 1 BTC, o unos USD 41.316 (según CoinMarketCap) al momento de redactarse esta publicación.
Su costo es apenas una parte de la dificultad para hacerse con unos Bitsneaks. Encima, sólo se fabricarán cuatro pares, sí, cuatro. Cinco, si incluimos el que se lleva Dinwiddie por prestarse para la aventura.
Las probabilidades dicen que esos cuatro pares ya tienen dueño. ¿Vendrán más? Esperemos que sí. Los NFS, o Non Fungible Sneakers, sólo acaban de nacer.