¿Un viajero del tiempo, dices? Pues eso es lo que clama cierto individuo en un video de Internet.
Es posible que alguno de ustedes haya visto uno que otro documental sobre un viajero del tiempo. Lo interesante de este es que nos revela lo que sucederá con las criptomonedas de aquí a cinco años.
Sí, en apenas cinco años el mundo dejará de ser tal como lo conocemos ahora. Nuestro viajero del tiempo dice llamarse “Carlos”, y su historia es algo que muy pocos imaginan.
Otro viajero del tiempo
El tema de los viajes en el tiempo es algo que ocupa a ciertos círculos científicos, a la vez que se convierte en material de especulación en Internet. La saga “Caballo de Troya” del escritor JJ Benítez se basa en ello para desarrollar su historia.
En sus libros Benítez nos cuenta cómo un grupo de oficiales de la Fuerza Aérea de los EEUU viaja al pasado, a la época de Jesús de Nazareth. El primer tomo, que también dio nombre a la saga, salió a la venta en 1984.
Al día de hoy, JJ Benítez sigue siendo entrevistado e interrogado sobre si los viajes en el tiempo que narra en “Caballo de Troya” realmente sucedieron.
En cuanto a Internet, un supuesto viajero del tiempo “nivel mito” es John Titor. Aunque, al parecer, todo terminó siendo un ardid publicitario fraguado por una estación de radio norteamericana, el caso de John Titor es siempre la pieza ineludible de este tema.
Y junto a Titor se encuentran en lista unos cuantos más, pero ninguno como “Carlos”. Carlos, que así se llama nuestro viajero del tiempo, nos cuenta específicamente lo que pasó con las criptomonedas en 2038. La verdad es algo que nadie, pero nadie, se esperaría.
Adiós, criptomonedas, adiós
En un video colgado en YouTube, con audio y subtítulos en inglés, Carlos, nuestro viajero del tiempo pausadamente cuenta su fascinante relato. Con una camisa de mangas largas a cuadros y rostro difuminado, comienza por decir que nació en 2012, en Alicante, España.
El video data del 2022. Debido a su apariencia, lo primero que aclara Carlos es que él debería verse como un chico de 12 años, pero no. Se ve bastante mayor que eso. Entonces lanza el bombazo, confesando ser un viajero del tiempo que viene del año 2040.
El supuesto “time traveller” cuenta que creció en una familia de pescadores, logrando con los años levantar una pequeña fábrica de (no dice), lo que les permitió llevar un estilo de vida relativamente cómodo.
De entrada, el viajero del tiempo nos advierte que el mundo en que vivimos se encuentra a punto de cambiar. El cambio, dice, está prácticamente a las puertas. Así como cambiaron las cosas luego de la invención de los ordenadores personales o los teléfonos inteligentes, de una manera parecida todo se dará vuelta una vez más.
Según este alicantino del futuro, entre 2026 y 2027 los Estados Unidos lanzará un nuevo sistema de pagos que sería replicado luego en el resto del mundo. Dicho sistema de pagos estaría basado en criptomonedas.
Una cosa que no aclara es si las criptomonedas son monedas digitales emitidas por un banco central (CBDC). Lo que sí revela es que no se trata de las criptos que conocemos ahora. Para nada.
“Por favor, no salgan ahora corriendo a comprar todo lo que puedan en criptomonedas. En el tiempo de dónde vengo todo es más complejo de lo que piensan”, dice el individuo en pantalla.
¿Qué les parece? ¿Alguno de ustedes se esperaba algo así? Es decir, los pagos no son en Bitcoin (lo sentimos, Nakamoto), ni en Ripple, ni Ethereum, ni en ninguna otra cripto conocida aún.
“Todavía no están disponibles este tipo de criptos de las que hablo”, continúa explicando el viajero del tiempo. Como si fuera poco, Carlos nos cuenta, además, que los pagos tampoco funcionan como estamos acostumbrados en nuestra época.
Todo en “cripto cupos”
Vaya, quienes esperaban que el futuro fuera el paraíso de las criptomonedas deben estar un poco decepcionados, pero tengan calma. Carlos no dice en ningún momento que las criptos hayan desaparecido, por lo menos no hasta 2040.
Sin embargo sí comenta, en tono jocoso, que los fabricantes de billeteras la pasaron mal en 2028. Para entonces el programa de pagos denominado “Coin Salary” ya estaba en su apogeo, sufriendo un gran declive las criptomonedas regulares.
Cuenta el viajero del tiempo Carlos que, quienes tengan la suerte de tener un trabajo, devengarán su pago en “cupos” de criptomonedas según la necesidad a cubrir. Si alguien gana, por ejemplo, USD 5000 al mes, no recibiría 5 mil dólares en criptos, sino que el monto estaría dividido en porciones destinadas a comida, transporte, salud, pago de alquiler y así.
Dice Carlos que cada cuota lleva su respectivo nombre: “CarCoin” para transporte, “EatCoin” para gastos de alimentos, “HealthCoin” para los gastos de atención médica, etc. Cada cupo sólo puede usarse para cubrir los gastos asociados a ese tipo de cripto en particular.
Aunque pueda parecer un sistema muy controlador o totalitario, nuestro viajero del tiempo parece ver sus ventajas. “Hace difícil que gastes en cosas innecesarias o que se encuentren más allá de tus posibilidades”, comenta Carlos. “No puedes malgastar tu salario comprando un supercoche, o botarlo apostando en la ruleta”, dice.
Claro, el sujeto no menciona cómo se hizo con la gente sin empleo. ¿Qué sucedió con ellos? ¿Cómo sobreviven en el 2040? En su libro “¡Sálvese quien pueda!” el periodista Andrés Oppenheimer revisa el posible escenario que producirá la llegada de la Inteligencia Artificial en el mercado laboral mundial.
Oppenheimer asegura que la mitad de los trabajos actuales serán sustituidos por la combinación de robots con la Inteligencia Artificial. Sí, la mitad.
Pero Carlos permanece en silencio. No es poco lo que revela, de todas formas. Las criptos, “nuestras criptos”, no serán las estrellas del futuro.
Mejor en el pasado
A pesar de llevar una vida bastante decente, nuestro anónimo viajero del tiempo se cansó de aquello. Dicen que una persona a la que den lo necesario, pero que mantengan confinada en una casa, al final renunciaría a todo con tal de poder salir. Pregúntenle a Carlos.
El plan de escape consistió en vender sus pertenencias, su parte de la fábrica, su apartamento, pero ¿a cambio de qué? De dólares en efectivo que, según él, la gente todavía conservaba como reliquias de un pasado que no volvería jamás. Es decir, ¿que tampoco pudieron cambiar esos billetes por los nuevos cupos de criptomonedas? Misterio.
Poco a poco, Carlos reunió lo suficiente como para tener una mejor vida en el pasado. Convenció a un empleado de un laboratorio de viajes en el tiempo (¡!) para que lo transportara al 2016, a donde llegó sano, salvo y millonario.
Curiosamente, este viajero del tiempo no trajo fotos, documentos u objetos del futuro como muestra para probar su historia. Lo único que enseña en el video es un código QR tatuado en su antebrazo izquierdo, resultado del programa “Me QR”.
Quien participaba en Me QR se hacía grabar dicho código en ese lugar. Entonces toda la información personal, pasaporte, historial médico, judicial y financiero quedaba contenida allí.
Para demostrarlo, Carlos acerca el lector QR de un móvil a su antebrazo. Efectivamente, la pantalla del teléfono arroja sus datos personales, un tanto difuminados. Claramente pueden verse los saldos de sus distintos cupos cripto.
“¿Lo ven? Esto prueba que ya están desarrollando en secreto el Me QR para implantarlo en pocos años”, finaliza nuestro amigo venido del 2040.
Increíble, ¿cierto? Pero recuerden que si hace 30 años atrás alguien hubiera hablado sobre los teléfonos inteligentes de hoy en día tampoco nadie le hubiera creído.