La posesión del dinero en efectivo ejerce un especial atractivo sobre la mayoría de las personas. Antes de salir de casa, tenemos en mente los saldos de nuestras cuentas bancarias y la cantidad de billetes que tenemos en nuestras carteras. Poder tocar el dinero proporciona seguridad y satisfacción. Verlo en abundancia despierta la ambición de unos y los sueños de riqueza de muchos otros. Ese es el efecto de las montañas de billetes que ponen en la mesa de póker al ganador de un torneo.
En el caso de las criptomonedas, ese efecto sicológico está casi totalmente ausente. De allí que, para que las personas pudieran identificarse con algunas de ellas, los medios de comunicación hayan inventado representaciones físicas de estos activos que sólo existen en forma electrónica. Así vemos como monedas de Bitcoin, Ethereum, Litecoin, Ripple, sólo las más conocidas, han sido “acuñadas” para componer las gráficas que generalmente acompañan las notas informativas acerca de esta emergente industria.
Billetes de criptomonedas, ¿por qué no?
¿Y qué ha sucedido con los billetes? Pues, que al haberse usado el término “criptomoneda”, se dio prioridad a su representación como monedas metálicas, que, con sus relucientes acabados dorados y plateados, resultan ser sumamente vistosas en las imágenes fotográficas elaboradas con ellas. Sin embargo, debido al arraigo que tiene el uso del dinero en efectivo en la gente, también se ha especulado acerca de cómo se verían las monedas virtuales si salieran a circulación como billetes impresos.
Cuando llegue el día de su adopción masiva, ¿podremos también tener en las manos billetes de criptomonedas? Veamos ejemplos sobre cómo podrían verse las notas impresas de algunas de ellas:
Bitcoin (BTC)
La primera criptomoneda, hija única del misterioso y aún desconocido Satoshi Nakamoto. Desde su aparición en 2009, nadie se imaginó nunca hasta dónde llegaría el invento de Nakamoto y la revolución financiera que desatarían las monedas virtuales a nivel mundial.
Bitcoin era cosa de los más fanáticos a las novedades tecnológicas y de varios curiosos con dinero y sin nada que perder, que invirtieron en la idea, hasta que saltó al estrellato en diciembre de 2017, cuando su precio superó los US$ 19.000, haciendo millonarios a unos cuantos afortunados. Allí fue cuando realmente comenzó la carrera de las criptomonedas. Como medio de pago o como refugio de valor, Bitcoin apareció y lo cambió todo.
Siendo la moneda con mayor valor de todas, quizá la mayoría de sus billetes se denominen en satoshis, en vez de unidades enteras de Bitcoin.
Ethereum (ETH)
En realidad, la moneda digital de Ethereum se llama “éter”, aunque suele mencionarse indistintamente como “ether” o ethereum. Ethereum es mucho más reciente que su antecesora Bitcoin, pues apenas surgió en el año 2015, de la mano de Vitalik Buterin y Joseph Lubin, quien también debería aparecer en los billetes. A diferencia de BTC, Ethereum no fue concebida inicialmente como medio de pago de igual a igual y sin intermediarios, sino como una plataforma para albergar y desarrollar lo que ahora se conocen como “aplicaciones distribuidas”.
La red Ethereum es la más usada por otras criptomonedas al inicio de sus operaciones, cuando todavía no poseen una cadena de bloques propia, y es la plataforma donde se aloja la mayor cantidad de aplicaciones distribuidas hasta ahora. La prolongada baja del mercado ha afectado a Ethereum al punto de perder, desde septiembre, el segundo puesto en la clasificación de CoinMarketCap, lugar que ahora ocupa la criptomoneda Ripple.
Ripple (XRP)
Muchas de los proyectos de monedas virtuales se han centrado en la cotización de la moneda en sí, mientras que la gente de Ripple parece haber tenido una visión más clara del futuro y de cómo hacer que su proyecto permanezca en el tiempo. El modelo de Ripple se basa en su sistema de pagos b2b, con el cual pretenden agilizar los métodos bancarios de operación convencionales, y, según sus resultados, lo están haciendo bien.
Los creadores de Ripple son Chris Larsen, multimillonario y cofundador de varias startups de tecnología en Sillicon Valley, y Jed McCaleb, programador y cofundador de Stellar, quienes dieron a conocer la compañía en 2012 y ahora Ripple ocupa el segundo puesto de las primeras cien criptomonedas, según la lista de CoinMarketCap.
Litecoin (LTC)
Charlie Lee, un programador con Máster en Ciencias de la Computación del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), y quien fuera empleado de Google, fundó Litecoin en el 2011 como una versión más ligera de Bitcoin destinada al procesamiento de micropagos.
En diciembre de 2017, Lee anunció por Reddit que había vendido todos sus haberes de LTC, para poder seguir emitiendo sus opiniones libremente acerca de la compañía y la moneda, sin ser acusado de manipulación. Si hubiera tenido fajos de billetes de LTC en una caja fuerte, nadie lo sabría. Lee es actualmente el Director de Ingeniería de la renombrada plataforma de criptomonedas Coinbase.
IOTA (MIOTA)
IOTA puede ser considerada como el “unicornio” de las monedas digitales, porque es realmente un caso aparte. Usa tecnologías como el “Tangle” (enredo) y DAG (grafos acíclicos dirigidos), que permiten crear una estructura de datos con registros transparentes, inmutables y seguros. Al igual que blockchain, IOTA usa un mecanismo de consenso distribuido, pero, a gran diferencia de las cadenas de bloques ordinarias, en su esquema no se emplean mineros, ni bloques y las comisiones (tarifas) simplemente no existen.
IOTA está pensada para las transacciones de “máquina a máquina”, y, teóricamente, su escalabilidad es infinita. Esta cripto vio la luz por primera vez en 2015, gracias al equipo conformado por Dominik Schiener, David Sonstebo, Sergey Ivancheglo, y Serguei Popov. IOTA actualmente ocupa el nivel 14 de la clasificación de CoinMarketCap. ¿Billetes de IOTA? Entre máquinas, es muy poco probable.
Monero (XMR)
Monero es la criptomoneda de la privacidad, o, por lo menos, la mejor conocida por ello. Su operación integra una figura llamada “anillos de firmas” que enmascara el contenido de las transacciones llevadas a cabo en su red.
Precisamente por esto, Monero se ha convertido en la preferida de los defensores de las libertades individuales, y también de quienes realizan actividades reñidas con la ley en Internet, y en esto guarda relación directa con los billetes del dinero en efectivo: no deja huellas. Monero se estrenó en el año 2014, fundada por un programador que se hacía llamar “thankful_for_today” (agradecido por este día), y que ahora sigue en las sombras bajo el seudónimo de Nicolás van Saberhagen.
DASH (DASH)
Siguiendo en la corriente de criptomonedas que aspiran a desplazar al dinero tradicional en los pagos diarios, apareció DASH, cuyo nombre es la contracción de “Digital Cash”, o dinero digital. Dash también se enfoca en la privacidad y la velocidad de las transacciones.
Algún criptosicólogo podría decir que esta moneda digital ha podido superar al fin su problema de personalidades múltiples, pues anteriormente se llamó Xcoin, luego Darkcoin y finalmente Dash. Su precio actual es de US$ 87, 39 y está en el puesto 13 de la lista de CMC.
Dogecoin (DOGE)
Hay cosas que nacen como una broma y acaban permaneciendo por mucho tiempo. Tal es el caso de Dogecoin, la criptomoneda que surgió a raíz de unos memes donde figura el perro japonés Shiba. Dogecoin está con nosotros desde el año 2013, cuando el programador Billy Markus, anterior empleado de IBM, y el especialista en mercadeo Jackson Palmer, quien tuvo la idea original para la moneda, la ofrecieron al público como una cripto “amigable y divertida”.
Al parecer, Dogecoin es la segunda moneda virtual con mayor número de seguidores en Reddit. Es más rápida que Bitcoin y sus tarifas son bastante más bajas que las de otras monedas.
Stellar Lumens (XLM)
Stellar surgió como una compañía sin fines de lucro, cuya finalidad es establecer un sistema de pagos multi-moneda que sea rápido, confiable y de bajo costo, basado en el uso de un token al que llamaron “lumen”. Muchas ONG de países en desarrollo se han decidido por Stellar y su infraestructura de red, para promover el desarrollo de servicios financieros accesibles para las mayorías en las naciones donde operan. Este es un caso donde los billetes de lumens serían bienvenidos.
La emblemática compañía norteamericana de tecnología IBM se unió al tren de Stellar en octubre de 2017, cuando reveló usar lumens para pagos internacionales con libras esterlinas y dólares de las Islas Fiyi, con miras a integrar otras monedas del Pacífico Sur, como los dólares australianos y neozelandeses en el corto plazo.
En aquél momento, el precio de Stellar Lumens se duplicó tras el anuncio.
Zcash (ZEC)
Zcash también es una criptomoneda con avanzadas características de privacidad. Sus usuarios pueden decidir el grado de anonimato que quieren emplear en las transacciones, es decir, opacar el emisor, el monto y o el receptor, o enviar la información transparentemente por la cadena de bloques.
Esta cripto es creación de Bryce Wilcox, un especialista norteamericano en seguridad informática, quien la presentó en 2016, quien paso de dormir en su auto en el 2015, a hacer negocios con JP Morgan gracias a su ingenio. Zcash se cotiza actualmente en US$ 71,33 y está en el nivel 19 de CMC.
