Justo cuando todos pensaban que el tema de las ICO se había enfriado lo suficiente, desde la imaginación febril de un empresario europeo nos llega SARD2020. ¿Y de qué se trata SARD2020? Si no fuera por el sitio donde se lanzó, y algunos otros detalles importantes, parecería una consumada broma.
Por el contrario, parece que la gente de My Sardines, compañía que emitirá SARD2020, está hablando en serio. El CES de este año en Las Vegas, Nevada, fue el evento escogido por los creadores de esta idea, para anunciar la aparición del primer token del ecosistema respaldado por un “activo” bastante original: latas vintage de sardinas.
Si sucede en las Vegas, todo mundo se entera
La más reciente edición del CES (Consumer Electronics Show) tuvo lugar en “la ciudad del pecado”, desde el 5 hasta el 10 de enero. En el 2019, allí se reunieron más de 4.000 compañías y 170.000 profesionales de la industria tecnológica para exhibir sus productos. Las exposiciones fueron cubiertas por un ejército compuesto por 6.300 especialistas de medios acreditados.
El CES da cabida al amplio espectro de innovaciones que salen continuamente al mercado, y cubre los sectores del quehacer humano donde se espera un impacto significativo de los mismos. El Internet de las Cosas (IoT), las comunicaciones 5G, los vehículos autónomos, robótica y la realidad virtual (VR) son algunos de los temas centrales de las presentaciones.
Por supuesto, era imposible que blockchain y las monedas digitales quedaran por fuera de las conferencias. Los días 7 y 9 se dedicaron exclusivamente al sector de las cadenas de bloques y el ecosistema cripto. Entre las presentaciones realizadas se destacaron las siguientes:
El Efecto Libra: una interesante conversación entre el director de contenido en Coindesk, Michael Casey, y Dante Disparte, director de comunicaciones en la Asociación Libra. En ella Disparte describe los retos que deberán enfrentar para que Libra sea un mecanismo de pago global, independiente y que funcione completamente dentro de las regulaciones internacionales.
Token 2020, una mirada futurista: El CEO de Transform Group habló sobre lo que viene para las IPOs, los bienes tokenizados y los nuevos desarrollos que se verán en las plataformas de intercambio.
Construyendo la Nueva Internet, una cadena a la vez: Christa Steele (christasteele.com), Stan Barti (Gear Capital) y Chance King, hijo del presentador de la televisión estadounidense Larry King (quien actuó como moderador en lugar de su padre), ponderaron la influencia de la tecnología blockchain y su importancia para las versiones futuras de la World Wide Web.
SARD2020 se cuela en el CES
Fue el día 8 cuando Jérôme Grandidier, CEO de Luxfactory Group, presentó en el CES lo que sería la primero ICO oficial de SARD2020. En diciembre del año pasado, My Sardines efectuó una oferta inicial “de prueba”, durante la cual la compañía adquirió un lote de 3.600 latas de sardinas, que respaldarían la primera emisión de tokens SARD2020 a ser entregados a finales de este mes.
Grandidier, quien también está a cargo de My Sardines, fue el promotor y organizador de la delegación luxemburguesa en el CES. La iniciativa contó con el apoyo de la Cámara de Comercio de Luxemburgo y la compañía Hewlett Packard.
Fueron veinte firmas las que se sumaron a My Sardines en Las Vegas, entre las que figuran: Aqoona, Motion-S, Stokr, Property Token, Koosmik, Atis Network y Yotako. La actual ICO de SARD2020 estará abierta hasta el 1ro de abril.
A pesar de haber lanzado el token en un escenario como el CES, esta oferta inicial de SardinesCoin parece ir un poco lenta. El avance que muestra la barra de recaudación, cuyo total proyectado no ha sido informado por sus creadores, cubre hasta ahora menos del 25 por ciento.
Así funcionará SARD2020
Al contrario de otras iniciativas de monedas virtuales, donde existen períodos de “vesting”, o esquemas jerárquicos de distribución de tokens, el mecanismo por el que funcionará SARD2020 será muy sencillo. Este activo digital se emitirá bajo la especificación ERC20, de modo que podrá ser almacenado en alguna de las muchas wallets compatibles con ether (ETH).
Según My Sardines, cada token SARD2020 será equivalente a una lata vintage de sardinas. De hecho, el token es promocionado en el documento técnico como una moneda estable. Aquí es donde surge la primera de las inconsistencias en SardinesCoin.
En el sitio web de SARD2020, My Sardines señala que las latas vintage de sardinas se están convirtiendo en una delicadez cada vez más apreciada por los degustadores. Esto ha hecho que el precio de cada lata se incremente entre un 15 y un 30 por ciento cada año.
El 75 por ciento de lo recogido en la ICO será empleado para la compra de las latas de sardinas. La compañía dispondrá del resto para cubrir obligaciones inherentes a sus operaciones, así como la distribución y almacenamiento adecuado de las latas vintage.
Los compradores de SARD2020 tendrán que esperar hasta septiembre para recibir sus tokens, sin saber a cuántos de estos recibirán por su inversión en euros. No es posible hallar tal referencia en el sitio web de la ICO, en la página de My Sardines o en su documento técnico.
Aún hay más. Los poseedores de SardinesCoin tendrán un período de diez años donde podrán reclamar sus latas vintage en cualquier momento, a cambio de SARD2020. My Sardines les ofrece la opción de visitar la sede de la compañía en Luxemburgo y retirarlas personalmente, o solicitar el envío, previo pago del flete. Los tokens que reciba My Sardines serán quemados.
Sardinas vintage, sólo para conocedores
En Internet, los seguidores de las sardinas no son pocos. Sino que lo diga Drew, un cocinero de California que mantiene un blog llamado “Una boca llena de sardinas” desde el año 2010. Una vuelta por el sitio te hará saber que Drew es un auténtico devoto de las sardinas conservadas en latas.
Drew posee una lista donde figuran más de 600 variedades, la mayoría de las cuales ya ha degustado. En su blog podrás encontrar también a los amantes de las sardinas en Instagram, quienes publican sus platos y marcas favoritas con el tag #sardineeater.
En el 2013, el valiente Drew se atrevió a probar unas sardinas que habían estado esperando por 32 años para ser liberadas de su encierro. Sí, el chef californiano tuvo el coraje de abrir una lata envasada en 1981 procedente de Portugal, y comentó que tanto la calidad de las sardinas, como del aceite donde se conservaban, le resultó superior al de muchas marcas que se comercializan en estos días.
Considerando que este aventurero de la buena mesa pagó 53 dólares por el añejo recipiente, es probable que la aparición de SARD2020 tenga buenas perspectivas financieras. Entre los planes de My Sardines está el abrir una plataforma propia donde se puedan intercambiar los tokens.
Dicen que, mientras eso sucede, se encuentran negociando el listado del token en ciertas bolsas. Según ellos, su propio sistema de intercambio estará listo a finales del año en curso.
