En el ámbito de la tecnología las cosas suelen avanzar muy rápido, demasiado en algunos casos. Las empresas , organizaciones de gobierno y una multitud de organizaciones, con presupuesto suficiente para ello, hacen su mejor esfuerzo para mantenerse al día con los adelantos del sector.
En medio de lo que algunos se han dado a calificar como “la cuarta revolución industrial”, identificar apropiadamente las oportunidades que estas nuevas tendencias tecnológicas ofrecerán al mundo moderno puede hacer la diferencia entre estar al frente de la competencia o quedarse a la zaga.
La lista a continuación comprende algunas de las tecnologías que se espera tendrán un desarrollo y un impacto notable durante los doce meses que comenzaran el 1ro de enero de 2020.
Ciberseguridad
Según un estudio realizado por la Universidad de Maryland del 2017, uno de cada tres residentes de los Estados Unidos con acceso a Internet fue objeto de un ataque informático cada 39 segundos durante ese año.
En promedio, los equipos monitoreados en la investigación fueron atacados casi 2.300 veces en un solo día.
Eso es apenas una muestra. Cualquiera que sea la fuente consultada, el panorama en cuanto a la ciberseguridad para el 2020 es más que sombrío, es casi apocalíptico. En España, los incidentes relacionados con la seguridad informática de las empresas experimentaron un aumento del 200% en el 2015 respecto al año anterior.
Nos estamos quedando atrás
Un reconocido empresario de la ciberseguridad dijo en 2005 que la actividad se parecía un poco a correr lo más rápido que puedas, sólo para permanecer en el mismo sitio.
Y es que, respecto a la seguridad informática, son los hackers quienes van marcando el paso, y por mucho.
El crecimiento de la Internet de las Cosas, o el próximo despliegue masivo de la tecnología 5G también significarán un aumento de la superficie de ataque aprovechable para los piratas digitales, y las compañías tienen que ponerse, desde ya, en guardia.
Los números están en contra
Durante la 5ta Conferencia Internacional sobre Ciberseguridad (ICCS) efectuada en la India a finales de noviembre pasado, también se revelaron estadísticas alarmantes:
– En los Estados Unidos, una compañía pequeña pierde unos USD 117.000 debido a datos comprometidos en un solo ataque. El 43 por ciento de estos negocios sufrió por lo menos un incidente de este tipo en 2019
– El costo global promedio causado por la pérdida de datos a manos de cibercriminales es de USD 3.8 millones
– En el 74 por ciento de los casos registrados durante el primer trimestre de 2019, las fallas de seguridad informática se debieron a la filtración de contraseñas
– Para el 2021, se estima que los daños ocasionados por las actividades de los piratas informáticos sumen un total de 6 billones de dólares
El año entrante, el presupuesto empresarial destinado a la seguridad informática será uno de los dolores de cabeza para los administradores, pero no es el único. La falta de personal calificado para cubrir los puestos de ciberseguridad hace que sea 20 por ciento más difícil rellenar una vacante.
Con todo, las compañías siguen tratando de ponerse al día con respecto a la protección digital.
Mediante el despliegue de SOCs (centros de operaciones de ciberseguridad), implementando software SIEM, cortafuegos de aplicaciones web (WAF) y toda especie de defensa, están haciendo lo humanamente posible por mitigar el riesgo.
Cisco, BlackBerry, IBM, HackerOne, Avast y FireEye se encuentran entre las firmas que lideran el espacio de la seguridad cibernética mundial.
En el caso de BlackBerry, su antivirus basado en Inteligencia Artificial, Cylance, ha recibido numerosos elogios por parte de los especialistas, y es ejemplo de la nueva generación en este tipo de productos.
Otras que también se destacan en esta arena son MobileIron, Idaptive, CrowdStrike, Centrify y Cloudflare.
Big Data
La tecnología de Big Data lleva entre nosotros ya varios años. Sus innovaciones han transformado la manera en que los datos se almacenan y procesan.
En 2020 veremos que las empresas seguirán apoyándose fuertemente en Big Data, para tratar de adelantarse a las demandas de los consumidores.
Especialidades como la analítica aumentada, los Datos como Servicio (DaaS) y la automatización de la analítica de datos verán un gran crecimiento el año entrante.
El gran problema por resolver con esta tecnología es de los datos desaprovechados. Es tal la cantidad de datos que se producen hoy a diario, que la mayor parte de ellos permanece sin explotar. A esto se le llama Dark Data.
Para el 2020, casi el 93 por ciento de los datos recopilados hasta ahora serán clasificados como Dark Data. En conjunto, el big data puede ser considerado como un iceberg donde los datos visibles cubren menos del 10 por ciento de total, quedando sumergido un volumen inmenso.
Entre las muchas compañías que invierten continuamente en la tecnología Big Data tenemos a Starbucks, Amazon, Spotify, Netflix y Adobe.
Computación cognitiva en la nube
No resulta sencillo dar una definición precisa de algo sobre lo que la industria todavía no se pone de acuerdo; estamos refiriéndonos a la computación cognitiva en la nube. El problema se presenta en la frase “computación cognitiva”, pero tratemos de simplificarnos las cosas.
La computación en la nube sí es algo mejor definido, y comprende la provisión de servicios computacionales usando como medio la infraestructura de Internet. A la computación en la nube la componen tres grandes elementos:
La Infraestructura como Servicio (IaaS), que proporciona equipos de cómputo, redes, almacenamiento y otros a través de Internet, generalmente de forma virtualizada. Aquí podemos mencionar a los grandes actores del sector, Amazon Web Services y Microsoft Azure.
El IaaS está bastante competido, encontrándonos con otros proveedores importantes en ella, tales como DigitalOcean, HP Enterprise Converged Infrastructure, Rackspace Open Cloud, IBM SmartCloud Enterprise y Google Compute Engine.
La Plataforma como Servicio, PaaS, sería el segundo componente de la computación en la nube. PaaS está dirigida a las empresas cuya labor principal es el desarrollo de software, proporcionando en la nube un entorno completo donde operar, incluyendo las herramientas de elección.
En PaaS destacan AWS con Elastic Beanstalk, Salesforce, Azure de Microsoft, Software AG con LongJump y BlueMix de IBM.
El tercer elemento es el Software como Servicio, o SaaS. El Saas permite a los usuarios emplear aplicaciones que no están instaladas en sus ordenadores, ni en los servidores locales, sino que a las mismas se accede a través de Internet.
El grupo de aplicaciones de Microsoft Office 365 es un ejemplo claro de Software como Servicio.
Homo Sapiens digital
La computación cognitiva en la nube trata acerca de resolver problemas con un alto componente de ambigüedad o incertidumbre, imitando la manera en como los seres humanos se aproximarían a ellos. Esta disciplina se la considera como un subconjunto de la Inteligencia Artificial.
Debido a su capacidad para interactuar con el lenguaje natural, y aprovechar el Big Data para optimizar decisiones, se espera que la computación cognitiva en la nube produzca en 2020 ingresos superiores a los 13.8 mil millones de USD.
Firmas como Microsoft, Cisco, IBM y Google son de los que más invierten en desarrollo para esta tecnología.
DARQ
Así como la tecnología 5G es un reempaquetado de avances previos en telecomunicaciones, la compañía Accenture creó DARQ.
De modo que DARQ es entonces un acrónimo donde participan varias tecnologías que, según la visión de Accenture, serán los aceleradores de elección para que los negocios del futuro sean exitosos.
En el conjunto de tecnologías DARQ participan:
Distributed Ledger, o la tecnología de libros contables distribuidos DLT. La DLT es lo que motoriza uno de los avances más destacados en los años recientes, las cadenas de bloques o blockchain. Las monedas digitales es uno de los casos de uso de DLT/blockchain mejor conocidos.
Artificial Intelligence, o inteligencia artificial. ¿Pueden creer que la Inteligencia Artificial es una tecnología que ya lleva unos 60 años de existencia? No en balde, gracias al desarrollo de la IA han podido alcanzarse muchos logros en varios dominios de la tecnología.
Extended Reality, la realidad extendida, que incluye a su vez a la realidad aumentada (augmented reality) y la realidad virtual (virtual reality).
Quantum computing, o la computación cuántica. Lo que persigue esta disciplina es tomar los principios de la teoría cuántica y crear tecnología IT a partir de los mismos.
Recientemente la noticia sobre Google en la se adjudicaban el haber alcanzado la “supremacía cuántica” se llevo los titulares mundiales.
Según el físico teórico de Caltech John Preskill, la supremacía cuántica es el estado que alcanzaría una computadora cuántica al lograr completar tareas que los computadores tradicionales son incapaces de hacer.
Un nuevo enfoque
La visión tecnológica DARQ de Accenture viene a sustituir su anterior filosofía, SMAC.
De acuerdo a la compañía, los años anteriores estuvieron marcados por otros paradigmas, como las redes sociales, los dispositivos móviles, la tecnología de analítica y la computación en la nube (Social, Mobil, Analytics, Cloud).
Con DARQ, Accenture renueva su propuesta tecnológica de cara a los retos que enfrentarán las empresas más adelante.
Tecnología 5G
Muchas lunas han pasado desde que mensajeros recorrían a pie largos senderos de piedra para entregar las nuevas entre las comarcas del imperio inca. Desde la hazaña de Maratón hasta los días actuales, las telecomunicaciones no han dado un gran salto, sino varios.
La tecnología 5G no es algo que podamos llamar completamente nuevo. Más bien, es un reempaquetado de tecnologías anteriores, con unos cuantos ingredientes extras que mejoran notablemente el resultado.
Pero miremos brevemente el camino recorrido por las “Gs” hasta ahora.
El camino hasta la 5ta generación
Fue por allá en 1949, “en una galaxia muy, muy lejana”, donde la compañía AT&T lanzó al mercado su MTS, o Servicio de Telefonía Móvil. Unos cuantos años después, en 1964, presentarían la versión actualizada, el Improved Mobile Telephone Service (IMTS). Esta fue la etapa del 0G.
La primera generación como tal de la telefonía móvil surgiría en Japón, en 1979, de la mano de NTT (Nippon Telegraph and Telephone). En 1981 siguió la Nordic Mobile Telephone, y en el 82 fue Laboratorios Bell con su AMPS. Luego, también participaría Alemania, con su estándar C450.
Finlandia daría inicio a la segunda generación (2G), que estaría basada en el Sistema Global para las comunicaciones Móviles, mejor conocido como GSM. Con la 2G vendría la aparición del SMS, o servicio de mensajes cortos, el GPRS y finalmente el EDGE.
Llegamos a 1998, donde se forma el 3GPP, o Proyecto de Colaboración para el 3G. El 3GPP surge como respuesta a la necesidad creciente de los usuarios de teléfonos móviles de acceder a Internet.
Tecnologías como el HSPA (acceso de paquetes de alta velocidad) y WCDMA fueron posibles gracias a esta iniciativa de carácter mundial.
El siguiente paso sería entonces el 4G LTE (Long-Term Evolution). La tecnología 4G daría a los usuarios de teléfonos móviles la capacidad de disfrutar una velocidad de acceso a Internet hasta de 100 Mbits por segundo en desplazamiento, o superarla hasta llegar a 1Gb/s en un punto fijo.
El despliegue formal del 5G lo tenemos prácticamente encima. Los detalles finales del estándar serán dados a conocer en el 2020. Todavía se esta lidiando con detalles relativos a la cantidad de repetidoras necesarias, los niveles de energía irradiados y los costos.
Cada vez más rapido
Se supone que 5G permitirá velocidades 10 veces mayores a las de la tecnología 4G. En el mundo, Suiza lleva la batuta en lo concerniente al desarrollo de 5G; le siguen Corea del Norte y en tercer lugar, los Estados Unidos de Norteamérica.
Samsung, Qualcomm, Huawei, Nokia, Ericsson, Intel y Deloitte son las marcas que se encuentran a la cabeza de esta tecnología.
IoT, la Internet de las Cosas
Desde dispositivo para el hogar que ayudan con el ahorro de energía, hasta sensores médicos que permiten asistencia remota a pacientes en casos particulares, la tecnología IoT sigue permeando múltiples espacios en la vida actual muy rápidamente.
Según las estimaciones, para el 2020 existirán unos 75 mil millones de dispositivos conectados a Internet en todo el planeta. Entre esos, los aparatos de activación por voz exhiben uno de los mercados de mayor crecimiento.
Gracias a las mejoras notables en el reconocimiento de voz, los asistentes virtuales son capaces de reconocer ahora varias voces de manera individual, lo que hace posible para distintos individuos utilizar el mismo dispositivo.
Los aparatos de IoT con esta característica llegaran a ser 8 mil millones en 2023.
La tendencia más reciente refleja la adopción de la tecnología IoT en las oficinas de compañías de todos los tamaños.
En el 2021 se calcula que las casas inteligentes en los Estados Unidos, es decir, aquellas que se consideren automatizadas gracias al Internet de las Cosas, estarán muy cerca de ser el 30 por ciento de los hogares de esa nación.
El mismo fenómeno ha comenzado a darse en las oficinas, donde el beneficio en el ahorro de energía es uno de los primeros atractivos del IoT para las empresas.
Actualmente, la tecnología de la Internet de las Cosas está siendo propulsada por gigantes de la industria, como Microsoft, HP, Amazon Web Services, Dell y Cisco, entre otros.
Inteligencia Artificial como Servicio (AiaaS)
Uno de los objetivos fijos de cada empresa, año tras año, es la reducción de costos. El desarrollo “in house” de soluciones con IA, es decir, el realizado por los propios programadores de una compañía, significa un gasto enorme para la mayoría de ellas.
Con el fin de hacer más accesibles los beneficios de esta tecnología, es como aterriza también la Inteligencia Artificial en el sector de los “como-servicio”.
Posiblemente veamos en nuestros hogares, en no mucho tiempo, terminales tontos de acceso a Internet que se alimenten de algo que podría llamarse “End Point as a Service”.
Después de todo, este tipo de dispositivos, conocidos como “thin clients”, existen en las redes empresariales desde hace unos cuantos años atrás.
De hecho, las computadoras Chromebook, de Google, funcionan de esta forma. Poco falta que las otras grandes de los sistemas operativos, Apple y Microsoft, se decidan a imitar sus pasos.
El año que viene, se predice que más plataformas de IA como servicio salgan al mercado. Un espacio que tiende a ser muy competido, seguramente dará la bienvenida a los nuevos proveedores que dinamicen la escena.
Aparte de las conocidas gigantes como Google (Cloud Platform), Amazon (Amazon Web Services), IBM (Developer Cloud) y Microsoft (Microsoft Azure), en el mundo de la IA como servicio comienzan a surgir firmas otras compañías, estando Daitaku, BigML y ForecastThis entre las primeras.
DevOps
A menudo mal entendida, la disciplina DevOps nace de la conjunción entre los compartimientos bien diferenciados del desarrollo de software (Development) y las operaciones (Operations).
En 2008, Patrick Debois, un gerente de proyectos belga se alió con Andrew Shafer, desarrollador, y de sus conversaciones acerca de cómo dinamizar la producción de software salió la idea del DevOps un año más tarde.
Una simbiosis peculiar
La palabra clave detrás de DevOps es cooperación; cooperación entre los equipos de desarrolladores y la gente de sistemas (operaciones).Basado en la metodología Ágil, DevOps persigue el mejoramiento continuo de la producción de software mediante la imbricación de estos dos grupos.
A pesar de no ser precisamente algo nuevo, DevOps, que originalmente iba a llamarse Agile Systems Administration, o administración de sistemas ágiles, está cobrando relevancia entre las empresas que se dedican a la producción de programas.
DevOps ha llegado a impactar el mundo del Big Data, dando lugar a la aparición del DataOps.
En el DataOps se persigue la integración de personas, herramientas y sistemas que originalmente funcionaban aislados, de modo que las empresas basadas en datos tomen mejores decisiones comerciales.
El DataOps pone a trabajar de forma conjunta a quienes recopilan los datos y los preparan, a los analistas y, finalmente, a los encargados de utilizar la información obtenida.
Se conoce que organismos como la NASA, y empresas como Dell, Capgemini y Netflix forman parte de los primeros en implementar DevOps en sus actividades.
La hiperautomatización
Cuando tomamos un proceso automatizado y le agregamos dos elementos extras, la Inteligencia Artificial y el machine learning, terminamos con algo denominado hiperautomatización.
Depende de quien lo vea, la hiperautomatización puede ser algo bueno. Por ejemplo, el mercado de la RPA (automatización de procesos mediante robótica), una tecnología directamente relacionada con la HA, alcanzará los USD 7.7 mil millones en 2020, una noticia excelente para los proveedores de RPA.
Por otro lado, la firma de investigación de mercados Forrester Research, especializada en tecnología, asegura que en el próximo año serán eliminados un millón de puestos de trabajo.
La causa de ello recae en la implementación masiva de soluciones RPA, agentes virtuales y la toma de decisiones basadas en machine learning.
Dos de las firmas que se encuentran desarrollando actualmente proyectos de hiperautomatización son Infosys, una multinacional de la consultoría en TI, y Wipro, consultora global en procesos de negocios.
Impresión en 3D
Aunque ya parezca algo cotidiano, la impresión en tercera dimensión es una tecnología de verdad asombrosa. Los tiempos en los procesos de fabricación y la presentación de prototipos se han acortado a su mínima expresión gracias a la impresión 3D.
Existen tres sectores en los que se predice que esta tecnología causara profundas transformaciones en los años venideros: la manufactura, la construcción y la industria medica.
Se proyecta que en los siguientes cinco años, este mercado que representa actualmente unos USD 10 mil millones, crezca a una tasa anual de 23.5 por ciento.
Las compañías más involucradas hasta ahora con la tecnología de la impresión en tercera dimensión pertenecen al ramo automotriz: Porsche, Audi, BMW y Bugatti.
En un campo completamente distinto, la multinacional de artículos deportivos Adidas es otra de las firmas que buscan recoger los beneficios de la impresión 3D.
Además de las ya mencionadas, tecnologías como los vehículos autónomos, la visión computarizada y la medicina predictiva y personalizada completan el cuadro de los adelantos que darán mucha tela que cortar, en el año que está a sólo días de dar inicio.