Gigante de contabilidad KPMG dice que las criptos no están listas aún para adopción

KPMG, una de las compañías mundiales de contabilidad más importantes, declara que las criptomonedas no están listas para su adopción general. En un informe señalan qué les falta.

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Una de las firmas de contabilidad más importantes del mundo, KPMG, asevera que los activos criptográficos como Bitcoin todavía no están listos para ser considerados como dinero real y que el empleo de Bitcoin como reserva de valor no será fácil de lograr. criptomonedasLa adopción de las monedas virtuales tomará algún tiempo.

En un informe reciente, la firma describe los retos que enfrenta la industria de las criptos en su camino a conseguir la adopción masiva por parte de las instituciones financieras mundiales.

Desde el punto de vista de KPMG, las criptomonedas y todos los activos relacionados con ellas, deben someterse al proceso de institucionalización antes de realmente tener posibilidades de ser exitosas financieramente.

Según KPMG, esto implica la participación a gran escala de corredores de bolsa, organizaciones bancarias, casas de valores, proveedores de pagos, compañías de inversión y demás entidades pertenecientes al ecosistema de servicios financieros mundiales.

KPMG, una firma cuyos ingresos superaron los US$ 26 mil millones en 2017, piensa que la institucionalización de las criptos es el siguiente paso lógico que crearía confianza alrededor de esta clase de activos, ayudando a su adopción definitiva.

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Las criptomonedas todavía no están listas

Coincidiendo con la opinión de otros analistas, según el economista en jefe de KPMG, Constance Hunter, para que las criptos ganen la voluntad de las instituciones primero deben cumplir con la definición tradicional de las monedas de curso legal, algo que suena a todas luces contradictorio, puesto que las criptomonedas son precisamente la antítesis del dinero convencional, o aspiran a serlo.

Los criterios que según Hunter debe satisfacer cualquier moneda digital para llegar al mundo institucional serían: poder servir como unidad de cuenta, ser capaz de actuar como reserva de valor y también como medio de intercambio.

El primero de los criterios no es difícil de superar, pues las criptomonedas son unidades de cuenta individuales e idénticas, que pueden ser contabilizadas. En el caso de Bitcoin, sólo habrá 21 millones de monedas cuya existencia puede ser verificada mediante su cadena de bloques.

La volatilidad se interpone

En cambio, para ser consideradas como reserva de valor, a las monedas virtuales le falta alcanzar una esquiva estabilidad, según Hunter. Esto es especialmente notable cuando se las mira en relación a las funciones básicas de las finanzas como los préstamos.

Hunter lo explica de la siguiente manera: “Imaginen que estamos extendiendo un préstamo a alguien en criptomonedas. El valor de las mismas sería tan inestable que la recuperación del préstamo sería poco probable. En tales condiciones, ni los prestamistas, ni quienes solicitan el servicio, estarían dispuestos a arriesgarse a operar en base a criptomonedas.”

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Para el funcionario, tanto prestar como pedir prestados cripto activos con alto riesgo de devaluación, como Bitcoin, es una tarea improductiva. La volatilidad de las criptomonedas, tal como están definidas ahora, las excluye de ser consideradas como una reserva de valor de confianza y también como un medio de intercambio efectivo.

Hunter prosigue: “Una cosa va con la otra. Para que sirva como medio de intercambio, una moneda virtual (Litecoin, Ethereum, Bitcoin), debe ser primero una reserva de valor. Antes de convertirse en reserva de valor, la volatilidad asociada a las criptos debe ser minimizada. Hasta que al menos una de los miles de monedas digitales que existen satisfaga estos tres criterios, no podrá ser admitida como moneda de curso legal, o dinero real, por así decirlo.”

Un caso de uso relevante

Aunque no todas las criptomonedas aspiran a ser empleadas como dinero en la vida real, algunas como Bitcoin lo han logrado hasta cierto punto. Otras, como Ripple, han logrado insertarse con cierto éxito en el ámbito de los pagos empresariales.

Independientemente de su grado de adopción actual, Hunter afirma que la razón de ser de las monedas (el dinero) sólo se legitima cuando resuelven un problema real en la economía mundial, es decir, cuando se encuentra un caso de uso “sólido” para las mismas.

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Un claro ejemplo de ello es el euro. Cuando la moneda común de la Unión Europea se lanzó en 1999 agilizó enormemente el intercambio comercial entre los países miembros.

De igual forma, el dólar norteamericano actúa como la moneda de reserva del mundo, y facilita el comercio internacional de bienes, evitando los inconvenientes que representarían los cambios de moneda entre un país y otro.

En ambas situaciones, la adopción de la moneda es clara consecuencia de su relevante caso específico de uso. Cuando alguna criptomoneda alcance este punto, entonces dará comienzo la institucionalización.

La oportunidad está allí

En la opinión de Hunter, hallar un caso de uso para las criptomonedas en la escena financiera mundial es posible. Un candidato ideal para ello sería el mercado de los pagos globales, donde actualmente los usuarios pagan tarifas considerables por los envíos de dinero.

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Dice Hunter: ”Cuando alguna moneda digital presente la estabilidad suficiente para este fin, ya no sería necesario tener cuentas bancarias en diferentes países, y las personas podrían transferir dinero libremente entre ellas sin pagar las tarifas actuales.” Y continúa: “Si una moneda digital cuyo valor se ha estabilizado se convierte en un medio de intercambio más fácil y económico que el dinero emitido por un gobierno, su presencia en los sistemas de servicios financieros globales sería obligada.”

Cuestión de confianza

El extenso reporte de KPMG menciona otros varios obstáculos que deben sortear las monedas virtuales antes de llegar a su adopción. Muchos de ellos se relacionan con el cumplimiento de regulaciones oficiales y el mantenimiento de registros contables, condiciones que facilitarían la interacción de la industria financiera con el sector de las criptomonedas.

Entre las sugerencias que KPMG hace en su informe a los emisores de monedas digitales, si es que aspiran a que sus monedas sean asimiladas por las finanzas mundiales, están las de aplicar estrictas prácticas de Conoce-A-Tu-Cliente (KYC) y Anti Lavado de Dinero (AML) a los usuarios y sus respectivos cripto activos.

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El reporte también recomienda el empleo de servicios que verifiquen el origen de los activos digitales, de manera que los riesgos de exponerse al lavado de dinero se vean mayormente reducidos.

Con miras a su adopción masiva, muchas criptomonedas ya han dado pasos importantes hacia una institucionalización a mediano plazo, dando muestras de la seriedad con la que enfrentan su desarrollo. El tiempo dirá si tales medidas darán su fruto llegado el momento.

A fin de poner las cuentas claras para los inversores, las plataformas de intercambio y negocios relacionados deben también establecer lineamientos de impuestos relativos a los tipos de cripto activos con lo que operan. Las regulaciones sobre los activos digitales considerados como valores y su negociación deben ser de principal interés.

KPMG ayudará con impuestos cripto en Australia

Para los residentes de Australia, calcular los impuestos debidos a la posesión de Bitcoin será ahora más fácil. KPMG acaba de lanzar la herramienta “Estimador de Impuestos Cripto”, con el que espera facilitar la declaración de impuestos sobre los haberes en criptomonedas, u operaciones basadas en las mismas, a los ciudadanos australianos. Ya, en algunos países, es obligación declarar impuestos sobre las tenencias de monedas virtuales.

Por el momento, el estimador de impuestos para las criptos está disponible solamente en la plataforma de intercambio Independent Reserve mediante una API. La herramienta toma en cuenta los montos almacenados de criptomonedas y las transacciones efectuadas en la plataforma, para que los usuarios tengan una idea más clara sobre la cantidad de impuestos por los que deban dar cuenta.

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Todas las criptomonedas que figuran en Independent Reserve, BTC, BCH, ETH, LTC, XRP, OMG Y ZRX, están sujetas al análisis del estimador.

El Gerente de Servicios Blockchain de KPMG en Australia, Laszlo Peter, señaló: “Con esta sencilla herramienta, queremos ayudar a nuestros clientes a calcular sus obligaciones impositivas en una nueva economía basada en tokens.”

Aunque la mayoría de los países no han establecido una regulación formal para las criptomonedas, varios sí las consideran al momento de recoger impuestos. Francia es uno de ellos, donde sus nacionales están en el deber de pagar una tarifa del 36,2 por ciento sobre sus ganancias relativas a las criptos. Una nueva legislación promueve bajar dicho aporte a sólo el 30 por ciento.