La segunda criptomoneda más popular, Ethereum, sigue afianzando su futuro batiendo récords con su nuevo modelo de Proof Of Stake. Los mas de 3 millones de ethereums depositados en su contrato tienen un valor aproximado a día de hoy de mas de 5.4 billones de dólares americanos.
Desde que se empezó a hablar de la segunda y mejorada versión de Ethereum, muchas han sido las voces en contra y las criticas que los encargados del proyecto han recibido.
El paso de una cadena de Proof Of Work (POW) a una Proof Of Stake (pos) conlleva cambios que a muchos no gustan. Por no hablar de los continuos retrasos que se acontecieron.
Pero las ventajas del nuevo sistema son considerables. Cualquiera puede montar su propio nodo (si tiene 32 eth) con un hardware sencillo. El consumo energético es mucho menor que con la prueba de trabajo. Se obtendrá una cadena mucho más rápida y escalable, y sobre todo con unas comisiones mucho más bajas.
Así, desde que se anunció definitivamente la posibilidad de empezar a asegurar la nueva red Ethereum delegando 32 Eth por nodo, la red 2.0 no ha hecho más que crecer.
El principal atractivo que ven aquellos que depositan sus monedas son los retornos que el sistema ofrece. En su inicio las recompensas oscilaban entorno al 20%. Con el rápido aumento del número de nodos, esta recompensa se ha visto reducida a menos de la mitad, pero sigue siendo atractiva para muchos.
El deposito de las monedas debe hacerse y bloquearse hasta que la próxima fase se despliegue, probablemente a finales de 2022.
Si todo va bien estaremos hablando de pasar de 14 transacciones por segundo a mas de 100.000, haciendo así de la adopción, algo más real y sostenible.
Los más curiosos podéis seguir el estado del contrato de deposito desde aquí.
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